
La firma francesa de energía, antigua GDF-Suez, marca un máximo anual en bolsa sobre los 14 euros, aunque sigue por debajo de su nivel previo a la pandemia. Si se cumplen las previsiones, el beneficio de 2021 habría sido el mejor de los últimos diez años. | Todo sobre el fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30.
"Engie pasará pronto otra página de su historia", escribió en octubre el periodista Lucas Mediavilla en el semanario francés L'Express, en un artículo en profundidad titulado Engie: un gâchis industriel français (un desastre industrial francés). Se refería en parte al proceso de adelgazamiento de la joya energética de Francia.
Bajo el impulso de Jean-Pierre Clamadieu, presidente del consejo de administración, y Catherine MacGregor, la nueva directora general, el grupo galo va a ceder una buena parte de sus activos en el corto plazo: primero Equans, su división de servicios multitécnicos, que se ha vendido a Bouygues; segundo, el negocio de mantenimiento industrial Endel y, tercero, parte del capital del operador de redes de transporte de gas GRT. Todo ello menos de dos años después de la venta de su participación en Suez a Veolia.
"La dirección espera que la nueva entidad, denominada New Engie, tenga una facturación de unos 50.000 millones de euros y emplee a más de 90.000 personas", relataba L'Express, medio que es propiedad del empresario Alain Weill, quien en su día fue presidente y consejero delegado de Altice France. "Tras diez años de guerras internas y sucesivas reorganizaciones, la empresa debe pasar de nuevo a la ofensiva", añadían desde el semanario parisino.
Ese desastre del que hablaban le gusta a los analistas, y al menos en los últimos tres años las acciones de Engie han recibido una clara recomendación de comprar del consenso de mercado que recoge FactSet. "Vemos un caso de inversión muy favorable basado en el alcance de las mejoras de los beneficios por acción a partir de los altos precios de la energía y la baja valoración implícita del crecimiento de las energías renovables", destacaba a finales de enero el equipo de análisis de Barclays. Y señalaban como un catalizador para la compañía la presentación de resultados del 15 de febrero, en la que se darán a conocer las cuentas de 2021.

Según las previsiones del consenso de mercado, Engie habría ganado casi 3.200 millones de euros el año pasado. Sería el beneficio neto más elevado desde 2011, cuando se anotó 4.000 millones, aunque su récord lo batió en 2008 (4.857 millones).
En bolsa, la acción de la utility gala estableció el viernes un máximo anual en los 14,10 euros, algo que no se veía desde marzo de 2020. Sin embargo, sigue por debajo del precio previo a la pandemia: los 15,97 euros que marcaba el 19 de febrero de hace dos años. Sus títulos tienen todavía un recorrido potencial del 16% en el parqué.
Así, los beneficios de 2022 de Engie cotizan en bolsa en las 10,9 veces a precios actuales de la acción, por debajo de las 11,8 veces de Enel, las 14,9 de Iberdrola o las 18,5 de la alemana RWE.
La nueva Engie, que trata de modernizarse, usa los servicios de la empresa C3 AI para aplicar la inteligencia artificial al análisis del consumo de energía de sus clientes, al tiempo que investiga con Holcim cómo almacenar energía usando materiales a partir del cemento.