Hace un par de semanas la cotización del bitcoin llegó a superar la zona de resistencia que presenta en los 65.520 dólares, que son los máximos que marcó durante el pasado mes de abril y que fueron el origen de la última corrección bajista que llevó a la reina de las criptomonedas a alcanzar a mediados de junio los 28.800 dólares.
Esta superación, que habilitó que por momentos el precio del bitcoin se situara en subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe, apenas se sostuvo durante una jornada, lo cual ya se advirtió de que podíamos estar ante una ruptura Judas o en falso, que es algo que ya señalé semanas atrás que podía suceder.
En este sentido, tengo que señalar que la incapacidad de superar de forma sostenible la resistencia de los 65.520 dólares es algo que no me sorprende para nada ya que el ataque a este nivel resistivo tan importante se produjo con una elevada sobrecompra.
Ante este tipo de situaciones siempre sugiero esperar a tener una confirmación en cierre semanal antes de fiarme de la misma. Aplicando este tipo de filtro un inversor puede evitarse lo que hasta el momento ha sido un simple susto, concretamente el que provocó la aparición de una línea de vela semanal que en el argot técnico oriental es conocida como estrella fugaz, de la que también di cuenta la semana pasada.
Una estrella fugaz es una formación de velas japonesas que se da cuando la cotización sube muy por encima del precio de apertura, pero termina cerrando por debajo de este último. Este tipo de patrón suele advertir de un techo cuanto menos temporal en los ascensos y suele provocar bien una consolidación lateral o bien un giro en la tendencia alcista anterior.

Para esto último es necesario que al cierre de una semana (la estrella fugaz se vio en base semanal) se pierdan los mínimos de la misma, que fueron los 60.100 dólares. Esto es algo que no ha sucedido por lo que podemos decir que el bitcoin ha salvado con nota una bola de set, optando por consolidar posiciones de forma lateral en vez de corregir en profundidad, lo cual nos vuelve a mostrar la poderosa fuerza que tiene la presión compradora sobre la criptomoneda.
Mientras el bitcoin no pierda al cierre de una semana el soporte de los 60.100 dólares, lo cual sería peligroso para los intereses de los que estén largos (comprados), todo apunta a que podríamos estar ante una simple consolidación lateral previa a una continuidad alcista que acabará situando de nuevo al bitcoin en subida libre absoluta, algo que se abriría paso si el bitcoin supera los máximos de esa estrella fugaz que marcó en los 67.680 dólares.