
El Partido Republicano da marcha atrás a la amenaza de llevar al país al impago de la deuda. El líder de los conservadores en el Senado, Mitch McConnell, anunció que votarían a favor de extender el llamado "techo de la deuda" (el límite que el Gobierno puede emitir) hasta diciembre, para dar tiempo a que los demócratas aprueben las leyes de gasto social e infraestructuras e incluyan ahí una nueva extensión de la deuda.
Este conflicto se produce por la arcana obligación de que el Congreso de EEUU autorice las nuevas emisiones de deuda. Cada vez que los bonos en circulación alcanzan el límite existente, el Gobierno necesita aprobar una nueva extensión. Sin ella, el Tesoro ya no podría emitir más, y la actual secretaria, Janet Yellen, ya ha avisado de que un impago supondría una "catástrofe" traumática para la economía, tanto de EEUU como mundial.
Hasta ahora, el Partido Republicano había insistido en votar en contra de cualquier prórroga, dejando en manos de los demócratas su aprobación por mayoría simple junto a las leyes de gasto que tramita el Congreso. Pero esas dos leyes están atascadas por las exigencias de recortes por parte de los dos senadores más conservadores del partido del Gobierno, por lo que se temía que las negociaciones sobrepasaran la fecha límite para prorrogar el límite de deuda. Y una extensión de emergencia, fuera de esos proyectos de ley, requiere una mayoría reforzada de 60 votos en la Cámara Alta, 10 más de los que tiene el Gobierno.
Con este gesto, los demócratas tienen dos meses más para negociar sin una metafórica 'pistola' en la cabeza de la economía del país. El anuncio ha espoleado a Wall Street, que se dio la vuelta de perder más de un 1% a tocar las subidas tras el anuncio.