
En los últimos años la bolsa emergente está claramente sesgada hacia Asia y, en concreto, hacia China, cuyas acciones ponderan en el índice de referencia un 37,5%, con datos de MSCI a 30 de junio. En este sentido, no es de extrañar que los éxitos y fracasos de la renta variable del gigante asiático tengan un impacto significativo en el rendimiento del MSCI Emerging Markets.
Si bien 2020 terminó con alzas del 16% para el índice gracias a la rápida recuperación en V que experimentó la economía china tras la pandemia, los tropiezos en 2021 a raíz de la presión regulatoria de Pekín y la huida de los inversores por un dólar estadounidense fuerte han devuelto al selectivo a la casilla de salida –repunta un 0,26% desde enero–.
El MSCI World, en el que EEUU pesa un 67,4%, se encuentra en zona máximos históricos
Este peor comportamiento frente a la bolsa global se extiende hasta los 15 puntos, máximos del año. Desde los altos históricos que el indicador emergente conquistó en febrero, el selectivo llegó a corregir un 13% hasta mínimos de ocho meses a comienzos de la semana pasada. Desde entonces, repunta algo más de un 3%. Por su parte, el MSCI World, en el que EEUU pesa un 67,4%, se encuentra en zona máximos históricos.
HSBC: "Los inversores en mercados emergentes están esperando el momento oportuno para invertir"
La última encuesta trimestral de HSBC sobre el sentimiento inversor en emergentes reveló que el 45% de los encuestados tiene más del 5% de sus carteras en efectivo y el 59% no espera utilizarlo en los próximos tres meses. "Los inversores en mercados emergentes están esperando el momento oportuno para invertir, ya que los mercados han oscilado mucho en los últimos dos meses", destaca Murat Ulgen, director global de análisis de mercados emergentes de la firma.
"Sólo el mes pasado, la Fed y se volvió más restrictiva y el foco se centró en las subidas de tipos y el tapering, y este mes el péndulo ha oscilado completamente en sentido contrario, ya que los inversores se preocupan por el impacto continuado de la Covid en el crecimiento", añade Ulgen.
La 'china' en el zapato
China, con pérdidas del 4,5%, y Turquía, con un descenso del 4%, son los únicos emergentes en negativo en el ejercicio, lo que ha aflorado un potencial alcista de cara a los próximos meses para ambos mercados del 28%. Por su parte, México, Rusia e India se revalorizan más de un 14% en el mismo periodo.
La razón de este dispar comportamiento en 2021 no es otro que el endurecimiento de la política monetaria que Pekín ha venido aplicando los últimos meses así como las drásticas medidas regulatorias sobre sectores como la educación, la sanidad, la tecnología y la propiedad en aras de reducir la desigualdad, y que han provocado una mayor volatilidad tanto en este mercado como en las firmas chinas que cotizan en el extranjero. "Como resultado, los principales índices chinos cayeron en territorio de corrección en julio, arrastrando el rendimiento de los mercados emergentes, que ya habían sufrido las presiones de la pandemia", destacan desde Lazard AM.
En opinión de Fabrice Jacob, director general de JK Capital Management, del grupo La Française, "los economistas están divididos en cuanto a la dirección de la política monetaria china para el resto del año, si los tipos se recortarán, se subirán o se mantendrán sin cambios". Jacob señala que hay demasiadas piezas en juego para que lleguen a un consenso, siendo una de ellas, obviamente, el posible impacto en China de la variante Delta de Covid. "Sin embargo, hay consenso en cuanto al hecho de que se espera que China se desacelere secuencialmente, sobre una base intermensual, aunque todavía no se haya reflejado en las estadísticas", agrega.
Con todo, agosto ha empezado con mejor pie para la bolsa del dragón rojo, con el CSI 300 recuperando un 3,5% y el Hang Seng un 2% en una semana en la que el dato de PMI manufacturero de julio cedió hasta mínimos de los últimos doce meses, y el PMI de servicios se aceleró en julio.