
El petróleo trata de encauzar la semana después del desplome que se vio el lunes y que lo llevó a ceder casi un 7% en un solo día, un retroceso diario que no se veía desde el mes de marzo. El intento de cerrar el hueco del inicio semanal llevó al barril de Brent a anotarse más de un punto porcentual durante la jornada del martes y en la última sesión incluso logró que el rebote ascendiese al 4%.
La caída del crudo en el arranque de la semana fue una reacción al acuerdo para aumentar la producción de petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) del domingo pasado, en la que se estableció que la extracción de crudo aumentará en 400.000 barriles diarios cada mes desde este agosto hasta diciembre y que, a partir de enero, se extenderá durante todo 2022 el recorte de producción fijado en abril del pasado año en 5,8 millones de barriles diarios.
Aunque parecía que el martes continuarían las caídas, las compras lograron imponerse a media sesión del mercado europeo y el barril del petróleo de referencia en el Viejo Continente alcanzó un precio de 69,35 dólares.
Durante la sesión de ayer, el rebote continuó y, esta vez, con más fuerza, de forma que el oro negro logró superar los 72 dólares. Sin embargo, todavía no consigue borrar las pérdidas semanales, pues aún necesitaría un empujón superior al 2% para retomar los 73,59 dólares por barril de Brent con los que despidió la semana pasada. De lograrlo, dibujaría la primera semana positiva de todo el mes, tras tres consecutivas de color rojo.
El peor mes del año
Por el momento, a una semana y media de finalizar el séptimo mes del año, el crudo mantiene un bagaje negativo con una caída superior al 4% en julio, después de cuatro meses seguidos de subidas. De hecho, hasta ahora registra el mes más negativo de todo el ejercicio.
Pero tendrá tregua hasta el 1 de septiembre, fecha prevista para la próxima reunión de la OPEP. Y el nivel de producción volverá a revisarse en diciembre de cara a 2022.