Las velas que desplegaron las principales bolsas europeas el pasado mes de junio eran potencialmente bajistas y ya nos advirtieron semanas atrás que los máximos de junio habían sido un techo, entiendo que temporal, de los ascensos de los últimos meses y el punto de origen de una corrección que debe servir para limpiar la sobrecompra y formar en el peor de los casos un nuevo escalón dentro del proceso de reconstrucción alcista que nació en los mínimos de marzo de 2020, que fueron el suelo del crash acontecido con la llegada del Covid-19 al mundo occidental.
El último peldaño lo formaron las bolsas europeas el pasado mes de octubre, finalizando una corrección que también se inició, como ha sido el caso ahora, a mediados de junio del año pasado.
En esa ocasión las bolsas europeas necesitaron cuatro meses corrigiendo posiciones y que el EuroStoxx 50 ajustara casi el 50% del tramo alcista anterior (de marzo a junio de 2020) antes de formar ese escalón desde donde impulsarse de nuevo y proseguir con su proceso de reconstrucción alcista.
Una corrección diferente
Por la regla de la alternancia dudo mucho que Europa replique ni en tiempo, ni en profundidad la corrección vista el año pasado. Por tanto, no espero una corrección de cuatro meses de duración y desde el punto de vista técnico lo normal sería que en esta ocasión la corrección en las bolsas del Viejo Continente se conformara con un ajuste entre un 23,60 y un 38,20% de Fibonacci del último tramo alcista que nació en los mínimos de octubre, tras lo cual es probable que veamos un tercer impulso al alza que podría llevarnos a tener una recta final de año alcista.
En el caso del EuroStoxx 50 eso supondría asistir a una corrección hacia los mínimos de mayo en los 3.855 puntos (ajuste del 23,60% del impulso al alza), y en el peor de los casos veremos una caída hacia la zona de los 3.700/720 puntos, lo cual supondría un ajuste del 38,20% de la subida que nació a finales de octubre desde los 2.920 puntos.
Hasta esos niveles hay un margen de caída del 1,75% y 5,50% respectivamente, mientras que los siguientes objetivos que manejamos en próximos meses se encuentran en los 4.575 puntos del EuroStoxx 50.
En el caso del Ibex 35, que vuelve a pecar de una gran debilidad, la situación técnica es idéntica a la europea pero la intensidad de la corrección será distinta. En la corrección del año pasado, que sirvió también para formar un segundo escalón, vimos un ajuste muy potente de casi el 80% del tramo alcista que nació en marzo.
En esta ocasión no espero, ni de lejos, una caída similar. Por la regla de la alternancia considero que en el peor de los casos veríamos una corrección entre el 38,20 y el 50% del último tramo alcista desde el escalón de octubre.
Eso supondría asistir a una caída hacia los 8.000/8.180 puntos y en el peor de los casos hasta los 7.700 puntos, que son los mínimos del año y que también frenaron las caídas en diciembre. Dudo que una caída alcance ese soporte ya que esas rebajas serían un auténtico regalo de Navidad.
Con los parámetros indicados pueden ver que la ecuación rentabilidad riesgo que hay actualmente hay que pensar más en comprar que en vender, máxime si las caídas acaban alcanzando las primeras zonas de soporte y de giro potencial que hemos señalado.
15 títulos del EuroStoxx 50 para entrar
En este contexto que han ido planteando la principales bolsas de Europa en las últimas semanas, hay que saber comprar y elegir los mejores candidatos para incorporar a su cartera de inversión.
Y para hacerlo hay una regla muy útil y sencilla como es la regla del doble dígito. Este método consiste en identificar aquellos títulos que desde su último máximo hayan corregido al menos un 10% (doble dígito) y después, para seguir con la criba, lo ideal es escoger a los que antes de esa corrección hubieran presentado una mayor fortaleza.
A estas alturas de curso, en el EuroStoxx 50 ya se pueden encontrar a una quincena de compañías que se acogen perfectamente a ambos parámetros.
Destacan por encima de todas algunas compañías financieras (bancos y aseguradoras) como es el caso de AXA, ING, BNP Paribas, Intesa Sanpaolo o la entidad española Banco Santander.
También hay que tener en el radar a tres de las empresas automovilísticas más importantes del continente, como es el caso de las compañías alemanas BMW, Daimler y Volkswagen.
No hay que perder de vista a las tecnológicas. Philips Kon, Safran, y Siemens son las mejor situadas en ese sentido.
En el mercado químico y de materias primas son la alemana BASF y la francesa Total quienes se acogen a estos parámetros indicados de manera precisa.
Por último hay que añadir en el ámbito del consumo a la cervecera más grande de Europa, la belga AB Inbev, y a la compañía textil de referencia en el planeta, la española Inditex.

