
La rebosante liquidez que desborda los mercados, así como el entusiasmo de los inversores y el aumento de las SPAC, han revestido de un renovado brillo al mercado de salidas a bolsa en los últimos meses. Los debuts bursátiles se han sucedido de manera reiterativa desde comienzo de año en casi todas las áreas geográficas del planeta y la palabra récord ha sido una de las más repetidas desde entonces, tanto para referirse al número de operaciones que se han llevado a cabo, como por el dinero que se ha captado con las mismas, que ha superado con creces lo visto en los años anteriores.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en lo concerniente a OPVs. Debajo de ese brillo aparente, hay algunos datos que dejan entrever que no todo es tan positivo. Uno de ellos es el porcentaje de revalorización que acumulan en bolsa las compañías que han dado el salto al parqué este año.
Según los datos recogidos desde Bloomberg, las firmas que han hecho sus primeros pinitos en el mercado de renta variable este año se revalorizan, de media, poco más de un 10%. Un porcentaje inferior al comportamiento que registran en el conjunto del año selectivos como el S&P 500 en EEUU o el EuroStoxx 50, aquí en Europa y que, además, es históricamente reducido en comparación con el que se ha cosechado de media en los últimos ejercicios. De hecho, este porcentaje no había bajado nunca del 50% hasta 2020, conocido como el año de la pandemia.

Pese a lo inusitado del dato, este porcentaje no hace sino poner la guinda a una tendencia que comenzó en 2015 cuando las empresas que debutaron en el parqué, de media, duplicaron el precio al que habían salido a cotizar en el mercado ese año, marcando así un comportamiento ligeramente inferior al registrado en 2016 cuando se revalorizaron más de un 110%.
En ese sentido, el IPO Index que elabora la consultora Renaissance Capital y que da cobijo a las principales salidas a bolsa en EEUU, da incluso más énfasis a esta dinámica, al cotizar casi en al mismo nivel que lo hacía a comienzos de año. Aunque, eso sí, en sus cálculos no se incluyen a las SPAC, también conocidas como sociedades de compra con fines especiales, que en EEUU empiezan a encontrar ciertas complicaciones.
Y es que, tal y como aseguran desde Baker McKenzie, se espera que el panorama de los mercados de capitales estadounidenses cambie en los próximos meses ante los probables cambios normativos y de divulgación que se vaticinan, incluida una mayor atención a los requisitos de información ESG, un mayor escrutinio de las SPAC y más procedimientos de aplicación por parte de la SEC (el órgano regulador estadounidense) en este ámbito.
Buen ritmo de salidas a bolsa
El menor rendimiento que han registrado hasta ahora estas firmas, sin embargo, no ha provocado un menor interés por parte de las empresas interesadas en salir a bolsa. De hecho, el número de debuts bursátiles que se han producido en lo que ha transcurrido de año se acerca ya al registrado en el conjunto de 2020 -un año, eso sí, marcado por la influencia de la pandemia- y está únicamente un 14% por debajo de lo registrado en 2014, el año en el que más dinero se captó en esa materia según Bloomberg.
Gracias a ello, el dinero captado por las OPVs ha alcanzado ya la segunda mayor cifra desde 2009, solo por detrás de lo registrado en 2020. "La captación de capital ha alcanzado un nuevo hito en los primeros seis meses de 2021, con un aumento del 220% en comparación con el primer semestre de 2020", señalaban desde Baker McKenzie, en su informe semestral de 2021. "Es la primera vez que se recaudan más de 200.000 millones de dólares durante la primera mitad de cualquier año, y el volumen de operaciones también experimentó un fuerte aumento del 143% en el primer semestre de 2021", afirmaban.