
El gigante asiático sigue marcando el camino al resto de economías en esta crisis del Covid. Fue el primer país en recibir el golpe y también el que está liderando la reconstrución. El viernes 16 de abril, se espera que publique un crecimiento interanual del PIB en el primer trimestre del 18,8%.
En los tres primeros meses de 2020, la actividad económica de China se contrajo un 6,8% como consecuencia del impacto de las restricciones a la movilidad y de las medidas de distanciamiento social para contener los contagios por coronavirus. Aquel fue el inicio de la histórica recesión, sin precedentes, que se extendió con rapidez al resto del mundo.
Al cierre del ejercicio, el gigante asiático evitó la caída del PIB, asumiendo el liderazgo global de la recuperación, que este viernes confirmará con un crecimiento interanual del 18,8% en el primer trimestre de este 2021, si se cumplen las previsiones de los analistas.
"En la próxima semana se prestará especial atención a Asia", reconoce Stefan Scheurer, director de análisis de Allianz Global Investors. "Los datos comerciales de China que se publican el martes deberían reflejar una vez más el papel de este país en el comercio mundial", apunta, y concreta: "Se espera un fuerte aumento de las exportaciones, aunque podría haber distorsiones en comparación con el año anterior; en cuanto a las importaciones, la fortaleza de la moneda china podría tener un impacto por una parte, pero también la reposición de muchas existencias tras las celebraciones del año nuevo".
Y por fin, "el viernes se publican las cifras de actividad de marzo, principalmente el PIB del primer trimestre de 2021; después de que la actividad económica se mantuviera sólida en enero y febrero y de que los índices de gestores de compras hayan apuntado últimamente a una aceleración de la dinámica de crecimiento, estos indicadores económicos podrían dar algunas buenas sorpresas", añade el experto de la firma de inversión de la aseguradora alemana.
Siguiendo el ritmo
El resto de economías seguirán la rueda de China, con el ritmo de vacunación y la inflación como principales indicadores a vigilar. "El despliegue de la vacunación parece dar un respiro a los mercados y a la sociedad en su conjunto en los países que han podido alcanzar un nivel de cobertura bastante alto. La primavera está en el aire y las economías están realmente o pensando en reabrirse", reflexiona Chris Iggo, analista de Axa Investment Managers.
"La gente espera hacer cosas distintas a estar sentada frente a una pantalla durante horas. La explosión de vida impulsará el crecimiento económico. Los inversores esperan datos sólidos y los mercados los están valorando. Ahora se trata de ver si los datos confirman lo que todos esperamos. Si es así, la recuperación se reforzará y la renta variable debería seguir rindiendo, pero las tensiones del reflation trade volverán a aparecer", continúa el experto de la aseguradora francesa.
Sobre los riesgos inflacionistas también habrá referencias durante la semana, con la publicación de los datos de evolución del IPC en marzo en Estados Unidos (el martes 13 de abril, en España (el miércoles 14), en Alemania, Francia e Italia (el jueves) y para el conjunto de la eurozona (el viernes 16 de abril). En general, no se espera que ninguno de ellos muestre grandes tensiones.
"Los bancos centrales han estabilizado las expectativas de cambios en la política monetaria y es difícil, al menos a corto plazo, ver una gran cantidad de nuevas posiciones cortas en los bonos del Tesoro o en la renta fija en general. Esto no quiere decir que los rendimientos no acaben subiendo, pero nunca iba a ser un movimiento en línea recta. Por el momento, los mercados vuelven a estar impulsados por la poderosa combinación de buenos datos económicos y una política monetaria superacomodaticia", considera Chris Iggo, de Axa.
"El primer trimestre de este año ha terminado prácticamente del mismo modo que empezó: esto seguramente se debe, entre otras cosas, a la continua recuperación de la economía mundial que se registra desde el principio de la pandemia, hace ya más de un año. Pero ¿el repunte económico sigue intacto?", concluye Stefan Scheurer, de Allianz.
El principal freno al optimismo es ahora que el despliegue de la vacunación y el consiguiente descenso de la incidencia de la pandemia son claramente desiguales en los distintos países. Las malas cifras de Brasil e India contrastan con los progresos realizados en países como Estados Unidos y el Reino Unido. Esto debería proporcionar cierta cautela sobre las perspectivas mundiales. Si las grandes economías emergentes siguen teniendo problemas, eso supondrá un lastre para el crecimiento mundial. Además, retrasará el pleno retorno a la normalización de los viajes internacionales, lo que es negativo para las aerolíneas y los hoteles.