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Valor imprescindible para una cartera: Santander

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El cuarto valor que se ha incorporado a La Cartera de elEconomista desde que empezamos a gestionarla en febrero es Santander, tras las entradas previas de Endesa, Grifols y Cellnex. La idea de subir el peso en banca, que era un sector en el que hace meses convenía estar alejado, responde a que es un puro value al cotizar innumerables incertidumbres sobre su negocio.

La banca hoy realmente pierde dinero porque no es capaz de lograr ROEs de doble dígito, motivo por el que los inversores no están dispuestos ni siquiera a pagar su valor en libros. Pero después de haber sobrevivido a una crisis financiera; a tipos de interés cero durante largo tiempo; y una pandemia, hay que pensar que las entidades buenas recuperarán un ROE del 10% -donde de verdad empiezan a hacer rentable el capital empleado- y el valor contable en su cotización.

Este es el motivo por el que hemos comprado a 2,95 títulos de Santander. El banco cántabro cotiza a un precio/book value de 0,6 veces, muy alejado del ratio al que debiera hacerlo. Si convenimos que Santander es un híbrido entre banco americano y europeo, ya que pone la mitad de su negocio a cada orilla del Atlántico (España, Reino Unido y financiación al consumo en centro Europa de un lado y en el otro Brasil, México y EEUU), debería estar cotizando a 1,15 veces el valor en libros (0,7 veces el boook value de la banca europea y 1,6 de la estadounidense).

Con una valoración tan ambiciosa, Santander debería valer un 90% más, hasta 5,6 euros. En realidad, son precios que llegó a alcanzar cuando Draghi llegó a esbozar en Sintra que el BCE volvería a subir tipos. Luego vino el final de 2018 con los inversores atemorizados por una recesión mundial y, para rematar, la pandemia (aquí el temor se hizo realidad). En La Cartera de elEconomista nos hemos puesto los 3,8 euros como objetivo, que Santander recupere tres cuartas partes de su valor en libros.

En el mercado no asustan las multimillonarias provisiones que el banco hizo el pasado año que, con los resultados de IAG, hicieron que la cosecha de beneficios del Ibex 35 fuese negativa. Los inversores entienden que el banco, una vez hecha la limpieza de sentinas, generará 5.000 millones de beneficio este año; más de 6.000, en 2022; y más de 7.000, en 2023.

Con este plan de ruta, utilizando la inversa del PER medio de los próximos tres años -8,1 veces-, Santander genera una expectativa de ganancia del 12% anualizado para la próxima década. Para el objetivo de La Cartera de elEconomista de este año hemos puesto un 25% -alcanzar los 3,8 euros-. Si la reconstrucción bursátil se acelera, ya pondremos un stop de protección de beneficios para pensar en mayores subidas.

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