
En los últimos 10 años, solo ha habido una ocasión en la que el inversor europeo haya ganado más con la bolsa propia que con Wall Street. Fue en 2017, cuando el EuroStoxx se anotó un 6,5% frente a casi el 20% que lo hizo el S&P 500. Sin embargo, este último índice lo hizo en dólares, ya que ese ejercicio, la divisa americana se desplomó cerca de un 15% frente al euro, lo que dejó las ganancias del inversor comunitario por debajo del 5%.
Pues bien, este año, en el que de momento las alzas están siendo superiores en las plazas del Viejo Continente que en Wall Street, el dólar está compensando la diferencia ya que un inversor europeo estaría consiguiendo una rentabilidad del 6,2% en el S&P, casi medio punto más que en el EuroStoxx gracias al efecto divisa. De hecho, el billete verde se ha apreciado frente al euro más de lo que el propio S&P 500 ha ganado desde el primero de enero, que es un 2,9% a media sesión del lunes.
El dólar ya se sitúa en máximos no vistos desde el pasado mes de noviembre tras apreciarse casi un 2,9% frente a la divisa de referencia en Europa, que ya se intercambia por menos de 1,19 dólares. Desde ActiveTrades apuntan que "la fortaleza del dólar emana del temor de los inversores a que la inflación acompañe a la economía una vez dejadas atrás las restricciones de la pandemia". "La aprobación del Plan de Estímulos de Biden, de 1,9 billones de dólares, en el Senado, sumado a los buenos datos de empleo de febrero, podría significar que la recuperación será más rápida de lo esperado, y la perspectiva de un aumento repentino de la inflación está empujando a los inversores a deshacerse de los bonos, haciendo además más caro mantener posiciones cortas sobre el dólar", agregan desde la firma de análisis.
En este sentido, el mercado ha comenzado a comprar de forma descarada esa expectativa de inflación. Según los datos de Bloomberg, el IPC medio entre 2026 y 2031 será de 2,32%, niveles cercanos a lo que se descontaba en 2018, cuando la Fed se encontraba en mitad del proceso de subida de tipos que llegó a colocar en el 2,25% a finales de dicho año. "El mundo necesita un dólar más bajo y tipos reales bajos, y mientras esto no se mantenga, los activos de riesgo sufrirán", señalan desde Jupiter AM. La Reserva Federal se reunirá la semana que viene (esta lo hará el BCE), "aunque parece no aprender de sus errores y eso le lleva a creer que no tienen más remedio que permanecer indiferentes para dar pasos antes de aumento masivo de crecimiento", concluyen desde la gestora.
El 'T-Note', en máximos
La rentabilidad de la deuda americana a 10 años continúa su escalada y este lunes volvió a situarse por encima del 1,6%. El pasado viernes marcó máximos desde febrero del año pasado al alcanzar el nivel del 1,62%. La mejora de los datos económicos, como la cifra de empleo del pasado viernes, y la inminente aprobación del segundo programa de estímulo más grande en la historia de Estados Unidos, echó más leña a un fuego que Jerome Powell no atinó a sofocar la semana pasada pese al incidir en que hasta que no se lograsen los objetivos de inflación y empleo marcados por el organismo que el preside no recortarán las inyecciones de liquidez.
"El dólar alcanzó estos máximos impulsado por los rendimientos de la renta fija, siendo el rápido ritmo de vacunación uno de los catalizadores para que el mercado haya adelantado las expectativas de recuperación económica e inflación", explican desde Monex, que recuerdan que "esta semana habrá que estar muy atentos a las cifras de inflación que se publicarán el miércoles ya que es un dato que tiene un gran potencial para agitar las divisas".
La fotografía en Wall Street se ha dado la vuelta con respecto a lo que ha sido en los últimos años, en los que la tecnología ha liderado las subidas de forma casi ininterrumpida. Los inversores han decidido recoger beneficios en los selectivos tecnológicos ante el avance de las rentabilidades de la renta fija. Sin embargo, para Joan Cabrero, asesor de Ecotrader, "esta corrección ha llevado al Nasdaq 100 a alcanzar su zona de soporte localizada en los 12.200 puntos que vemos como una oportunidad inmejorable para comprar tecnología nuevamente en busca de un escenario de reanudación de la tendencia que define al Nasdaq en plazos medios y largos, que siguen siendo claramente alcistas".
La libra se suma al viento de cara del euro
El inversor europeo, además de en el dólar, también se ha encontrado otro viento de cara este año a la hora de conseguir rentabilidades fuera de sus fronteras, como es el ascenso de la libra esterlina, primero apoyada por el acuerdo comercial que lograron con la Unión Europea y, después, por la premura en el inicio de la campaña de vacunación contra el Covid, siendo uno de los países más adelantados del mundo en este sentido. Así pues, la divisa de las islas se ha apreciado más de un 4% frente al euro en 2021.