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La rentabilidad de Endesa caerá del 9% al 6% tras el último 'súper dividendo'

  • Será el segundo más alto del sector tras el de Naturgy en 2021
  • El 'pay out' se reduce al 80% en 2021 y al 70% en 2022 y 2023
Foto: Reuters

Endesa entregará a sus 200.000 accionistas un dividendo de 2,014 euros por acción correspondiente al ejercicio 2020, un 36,5% superior a los 1,475 euros repartidos en 2019. Un pago que conlleva un desembolso total de 2.132 millones de euros, equivalente al beneficio neto ordinario logrado por la eléctrica el año pasado, y sitúa a la rentabilidad por dividendo de 2020 en el 9%, calculado sobre la cotización a 31 de diciembre, el más alto entre los pagos de las grandes del sector europeo con cargo a 2020 –un 9,6% a precios actuales–.

Cabe recordar que hasta el año pasado, Endesa tenía el compromiso de repartir entre sus accionistas el 100% de sus ganancias netas –pay out–. Sin embargo, la remuneración que se reduce al 80% en 2021 y al 70% en 2022 y 2023 para adecuar al incremento de la inversión prevista para los próximos años, especialmente en renovables, de 7.900 millones en el trienio 2020-2022.

Este recorte en la remuneración llevará a la rentabilidad por dividendo de la eléctrica en 2021 al entorno del 6,4% –la segunda más alta entre sus comparables tras Naturgy, con un 7%– y al 5,7% en 2022, año en el que la rentabilidad caerá hasta el quinto puesto entre las utilities que capitalizan más de 18.000 millones de euros en bolsa.

El recorte en la remuneración llevará a la rentabilidad por dividendo al entorno del 6,4% en 2021 y al 5,7% en 2022

Endesa abonó el 4 de enero la primera parte del dividendo, un total de 0,70 euros por acción, a los inversores que tuvieran sus títulos en cartera a 29 de diciembre y no repartirá hasta julio la parte más jugosa de la entrega, 1,30 euros brutos por acción. La fecha de corte para acceder a este pago será el 29 de junio, según las previsiones que recoge Bloomberg.

Los 2.132 millones de beneficio neto que alcanzó la firma que dirige José Bogasen el año pasado, un 36% más que en 2019 –por los atípicos registrados hace dos años al anotarse deterioros por el carbón– es la base para el reparto del dividendo y que superó las expectativas del mercado, que se situaban en 1,77 euros por título.

La previsión del reparto de beneficios entre los años 2021 y 2023 es relevante porque son los años en los que su negocio tiene previsto impulsar la generación verde

"Pagar un dividendo con un payout del 70% se acerca a algo más de 1.000 millones al año. Si manteníamos el 100% supondría entre 1.350-1.400 millones de salida de caja. Necesitaríamos poner deuda para pagar el dividendo y no creemos que sea sostenible", justificaba Luca Passa, director financiero de la entidad, esta decisión en una entrevista a este diario en octubre.

Precisamente, la previsión del reparto de beneficios entre los años 2021 y 2023 es relevante porque son los años en los que el negocio de Endesa tiene previsto impulsar la generación verde después de la decisión de 2019 de acelerar el cierre de sus centrales térmicas de carbón. En concreto, prevé unas inversiones brutas totales de 2.000 millones de euros en el año 2021, que se acelerarán hasta los 3.000 millones de euros en 2022 y se situarán 2.900 millones de euros en el ejercicio de 2023.

En este periodo, el consenso prevé que el beneficio de Endesa crezca en 2021 un 23% hasta superar los 1.700 millones de euros y que luego se mantenga en el entorno de los 1.800 millones de cara a 2022 y 2023.

El incremento del último gran dividendo ha tenido una buena acogida entre los analistas, que han mejorado aún más su recomendación de compra hasta situarla en niveles que no veían desde hace 12 años y el precio objetivo en 26,9 euros, lo que representa un potencial alcista del 30%.

Una oportunidad que desde Barclays defienden así: "El precio actual de la acción de Endesa no refleja todo el valor de los proyectos de renovables que prevemos para los próximos años. El cierre de las centrales de carbón en España en 2021 provocará una de las mayores transformaciones verdes entre las utilities integradas europeas", señalan desde el banco. Más arriba la ven en Banco Sabadell, valorándola en 28 euros, tanto por su atractivo dividendo como por haber tenido el peor comportamiento relativo entre las integradas en los últimos tres meses. En este periodo, Endesa cae un 14% frente al 9% que pierde Iberdrola y el 5% de Enel.

Más crítico se muestra el analista de Bloomberg Intelillenge, Elchin Mammadov. "Nos ha decepcionado la reticencia de la compañía a aumentar las previsiones para 2021-2023 que actualmente implica una caída del beneficio y del dividendo por acción respecto a 2020, a pesar del Covid-19 (menor demanda, morosidad) y las nuevas incorporaciones de capacidad", justifica el experto.

El sector se abarata un 15% en el año

La rotación de carteras hacia el ciclo ha llevado a los inversores a deshacer posiciones en valores defensivos y las eléctricas ya ceden más de un 6% en 2021. Los mayores descensos son para la danesa Orsted y la francesa EDF, con pérdidas que rondan el 20%. Al otro lado, Céntrica, Veolia y Naturgy se anotan alzas de doble dígito. La parte positiva de la corrección es que el sector, que habitualmente cotiza a múltiples exigentes, se ha abarato, de media, un 15% hasta las 16,47 veces sus beneficios de 2021.

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