Empresas y finanzas

Endesa catapulta sus resultados un 715% en 2020, por atípicos en 2019, y gana 1.394 millones

  • Aumenta el dividendo un 37%, hasta 2,04 euros por título
  • En términos ordinarios gana 2.132 millones, un 36% más que en 2019
  • Se anota un deterioro contable de 338 millones por los activos de las islas

Endesa ha ganado 1.394 millones de euros durante 2020, un 715% más que los 171 millones obtenidos en 2019, por los atípicos registrados hace dos años al anotarse deterioros por el carbón. Es notablemente inferior que las expectativas del mercado, que auguraba un beneficio de 1.867 millones, porque se anota un deterioro de 338 millones que no afectará al dividendo. La compañía propondrá a la Junta de Accionistas un dividendo de 2,04 euros por título, un 37% más que el año anterior.

Así se recoge en la documentación que la compañía dirigida por José Bogas ha remitido esta mañana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), antes de la apertura del mercado.

La empresa se anotó un deterioro contable de 1.873 millones en 2019 por el cierre de las centrales de carbón y la revisión de activos en los territorios no peninsulares, que ha incrementado en 338 millones, a la vista de la revisión de la regulación de la actividad, ejercida en régimen de monopolio. El apunte no tendrá efecto en la retribución al accionista. 

La empresa ha registrado una facturación de 17.579 millones, un 8,8% menos que en 2019; un resultado bruto operativo (ebitda) de 3.783 millones, un 2% más bajo, tras dejar de ingresar 120 millones por la Covid-19 por la menor demanda y 50 millones por deudas incobrables, que se traducen en 128 millones menos de beneficio, que en términos ordinarios alcanzó los 2.132 millones, un 36% por encima que el año anterior.

El flujo de caja operativo ascendió a 2.951 millones, un 7% menos -el flujo de caja libre se quedó en 1.221 millones, tras descontar unas inversiones de 1.730 millones- y la deuda neta a 31 de diciembre era de 6.899 millones, un 8% más elevada que los 6.377 millones de un año antes, al incluir 1.572 millones destinados a dividendos.

Bogas señala sobre los resultados de 2020: "hemos logrado un sólido comportamiento operativo y financiero en un ejercicio que ha estado lleno de desafíos a todos los niveles derivados del impacto de la pandemia. Mantenemos nuestra senda de descarbonización, digitalización y de impulso a la electrificación sobre la base de unos sólidos resultados que nos van a permitir, además, distribuir un dividendo realmente sobresaliente en la actual coyuntura".

José Bogas, consejero delegado: "Hemos logrado un sólido comportamiento operativo y financiero en un ejercicio que ha estado lleno de desafíos a todos los niveles derivados del impacto de la pandemia. Mantenemos nuestra senda de descarbonización, digitalización y de impulso a la electrificación sobre la base de unos sólidos resultados que nos van a permitir, además, distribuir un dividendo realmente sobresaliente en la actual coyuntura"

El ejecutivo añade que "el año 2020 es además el ejercicio en que hemos materializado de forma palpable nuestro lema de no dejar a nadie atrás, ni como consecuencia del proceso de Transición Energética que entendemos debe ser justa, ni como consecuencia del golpe del covid, contra el que hemos desplegado un Plan de Responsabilidad Pública dotado con 25 millones de euros".

La inversión bruta fue de 1.600 millones, un 19% menos que en 2019, por el gran esfuerzo de la compañía para cumplir los hitos de la potencia renovable que se adjudicó en las subastas de 2017 y por la ralentización de algunos proyectos derivada de la Covid-19.

Progresos en descarbonización y eficiencia

Durante 2020, la empresa ha continuado su senda decidida de descarbonización. Los cierres en junio de las plantas de Compostilla y Andorra, que funcionaban con carbón nacional, han supuesto la reducción de un 43% de la potencia instalada (2.100 MW) que funciona con esta tecnología. La perspectiva es avanzar durante 2021 con los cierres de los otros 2.500 MW distribuidos en As Pontes y Carboneras, lo que dejará operativos sólo 200MW con esta tecnología ubicados en Baleares. 

Con todo ello, solamente el 1% de los ingresos de Endesa han procedido de su negocio de generación de carbón y la proporción de electricidad procedente de este combustible fósil sobre el total de la electricidad producida por Endesa ha sido ya sólo del 2,5% durante 2020.

En paralelo, el volumen de potencia instalada en fuentes renovables (hidráulica, solar y eólica) creció en 400 MW, hasta cerrar el año en 7.800 MW. Gracias a este aumento de la potencia limpia, unido al retroceso de la capacidad instalada de carbón, la producción eléctrica de Endesa en la Península Ibérica libre de emisiones de CO2 estuvo en un 85%. La producción de electricidad de fuentes renovables se incrementó un 33%, hasta 13,4 TWh.

Cartera de 42.000 MW

Para el desarrollo de su plan inversor 2021-2023, Endesa tiene una cartera de proyectos de 6.700 MW de potencia renovable con punto de acceso y conexión a la red a cierre del año. Esta potencia permite cubrir holgadamente el aumento de parques renovables de hasta 3.900 MW incluido en el plan estratégico para el próximo trienio. Adicionalmente, la empresa se ha adjudicado 50 MW fotovoltaicos en la subasta lanzada por el Gobierno el pasado mes de enero. En total, el volumen de proyectos renovables que Endesa tiene en cartera, en diferentes grados de madurez administrativa, asciende a 42.000MW.

Junto a todo ello, Endesa ha acometido a lo largo de 2020 varias decisiones para estar mejor capacitada para afrontar los retos del mercado energético que está por venir en la presente década de Transición Energética. Primero, ha provisionado en el tercer trimestre 213 millones para reestructurar la plantilla asociada al negocio de la generación con carbón, del que la empresa está saliendo.

Y segundo, en el cuarto trimestre ha provisionado otros 387 millones para cubrir el coste de la generación de eficiencias ligadas a la digitalización del negocio de Distribución, fundamentalmente, y también de Comercialización. Adicionalmente, durante el primer trimestre Endesa provisionó otros 159 millones para reestructurar su plantilla con carácter general.

Aún el 100% de 'pay out'

La retribución al accionista con cargo a 2020 será la última en que se aplique el 100% del beneficio, puesto que a partir de 2021 se retraerá hasta el 80% y hasta el 70% entre 2022 y 2023, para permitir el esfuerzo inversor de la subsidiaria de la italiana Enel, que quiere invertir 7.900 millones, según el plan estratégico presentado en noviembre.

Este año, no obstante, la empresa ha decido aumentar el beneficio un 37% sobre 2019, desde 1,6 euros por título hasta 2,014 euros por título, con un dividendo complementario de 1,31 euros a pagar en julio de 2021. Con ello la rentabilidad por dividendo de la compañía se situará en un 9% sobre la cotización a 31 de diciembre.

Endesa prevé aumentar su beneficio ordinario un 12% hasta 2023, alcanzando los 1.900 millones de euros. Supone retrasar un ejercicio la meta fijada anteriormente, básicamente por prudencia, por la incertidumbre derivada del Covid-19.

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