
Endesa, junto a Grifols y Cellnex, son los primeros valores que se han incorporado a La Cartera de elEconomista, con revisión semanal y publicación previa de los niveles de compra y de venta, con stop de pérdidas y ganancias.
La eléctrica lo hace con vocación de largo plazo, salvo que se produzca un fuerte rebote, porque hay que cobrar el último gran dividendo antes de bajar el payout, porcentaje del beneficio que va al accionista.
Endesa acaba de anunciar que el crecimiento en el beneficio neto ordinario le permitirá pagar un dividendo de 2,014 euros por acción, un 37% por encima al del año anterior. Esta cantidad es superior a la esperada, de 1,77, en gran parte por los mayores extraordinarios logrados.
Pero las ganancias del pasado año serán las últimas en las que Endesa, participada en un 71% por la italiana Enel, repartirá el 100% de su beneficio entre sus accionistas. A partir de 2021 se producirá una progresiva reducción del payout desde el 80% para el presente ejercicio, hasta el 70% anunciado para 2022 y 2023, para adecuar al incremento de la inversión prevista para los próximos años, especialmente en renovables, de 7.900 millones.
Aumento de inversiones
El director financiero de Endesa, Luca Passa, nos lo explicaba hace poco de esta forma: "La razón de esta bajada es que estamos aumentando las inversiones. Desde 2022 en adelante tendremos un incremento de inversiones anuales que no nos permiten pagar el 100% de payout. Y el 70% para nosotros es un objetivo de medio-largo plazo. Al principio no se entendía la bajada cuando tenemos una posición financiera muy fuerte, con uno de los balances de deuda neta/ebitda más bajos del sector.
Hemos bajado el payout porque los flujos de caja no son suficiente para alcanzar las inversiones que hemos puesto en el plan, que ahora serán de 2.200 millones cada año. Pagar un dividendo con un payout del 70% se acerca a algo más de 1.000 millones al año. Si manteníamos el 100% supondría entre 1.350-1.400 millones de salida de caja. Necesitaríamos poner deuda para pagar el dividendo y no creemos que sea sostenible".
Esto hace que el dividendo que este año se cobrará con cargo al ejercicio pasado, del 9% de rentabilidad, se vaya a reducir en torno al 6% (2021) y 5,5% (2022/23), con las previsiones de retribución que manejan los analistas.
Como la mejora del beneficio bruto de la eléctrica hay que situarla alrededor del 3% anual, Endesa ofrece una expectativa de ganancia anual del 12% que habría que reducir en los años venideros mientras maduran las renovables al 9%.
Aunque ha arrancado con pérdidas en cartera (21,5 euros precio de compra), fruto del trasvase que se está produciendo de las compañías de seguridad a las de ciclo y el peligro del incremento del coste de financiación, la estrategia sería no vender durante 2021 mientras no supere los 24 euros.