La retribución al accionista de Repsol vuelve a ser 100% en efectivo tras la pandemia, aunque no ha escapado a los recortes, en línea con otras petroleras de Europa. Su Plan Estratégico -anunciado en noviembre del año pasado- contempla un recorte del dividendo frente a 2019, aunque totalmente en efectivo y un plan de recompra de acciones que arrancará con cargo a los beneficios de 2021 -pagadero el próximo año-. Dice adiós al formato de scrip dividend (o pago en acciones), que, en todo caso, amortizaba en su totalidad para evitar la dilución de los accionistas que decidan cobrar el dividendo en metálico. Consulte aquí El próximo calendario de dividendos en la bolsa española
De cara al dividendo pagadero este año (con cargo a 2021), la petrolera que preside Antonio Brufau distribuirá dos pagos de 0,30 euros brutos cada uno, que rentan un 5,9%, a la cabeza del sector europeo, solo superado por la francesa Total. A ello habría que sumar ganancias del 95% desde noviembre del año pasado en bolsa. Repsol es la más alcista del sector en Europa, casi duplica su precio, frente al 52% que se anotan de media los comparables.

Será a partir de este año cuando a la rentabilidad del dividendo haya que sumar el retorno de la recompra de acciones, fijada en 50 millones de títulos al año, que, a los precios actuales, suman una rentabilidad de más del 3%. Esto le permitirá a Repsol superar un retorno del 9% en su retribución total al accionista, entre el pago en efectivo y la recompra.
El primero de los dividendos con cargo a 2020 se distribuyó en enero y fue el último en formato scrip. El próximo se espera para el 7 de julio, por 30 céntimos brutos por título, alcanzando los 0,60 euros de dividendo anual ya mencionados. Repsol llevará a la Junta General de Accionistas prevista para el próximo 26 de marzo la amortización de 40,49 millones de acciones con el objetivo de amortizar los títulos procedentes de la ampliación que conllevó el pago de enero.
De cara al dividendo con cargo a 2021 (pagadero el próximo año, entre enero y julio, previsiblemente), el efectivo se mantendrá en 60 céntimos, a lo que se añade la recompra de 50 millones de acciones. En total, la petrolera aspira a recomprar 200 millones de acciones a lo largo de los próximos cuatro ejercicios, a los que destinará entre 1.400 y 2.000 millones de euros que saldrán de su caja. La rentabilidad estimada de la recompra de títulos para este año es del 3,3%, con lo que su retribución al accionista supondrá un 9,2%, que irá creciendo cada ejercicio -a los precios actuales-. Se estima que la retribución alcance un retorno del 9,8% con cargo a 2022, primer ejercicio en el que subirá la cuantía del dividendo. Lo hará un 8,3%, hasta los 65 céntimos, y así consecutivamente, hasta crecer un 25% de 2020 a 2024, hasta un pago de 0,75 euros brutos por acción más los 50 millones de la recompra. La rentabilidad entonces volverá a cotas del 11% entre las dos vías de retribución.
Tras la presentación de resultados de 2020, el consenso califica como "un catalizador clave" la salida a bolsa de su filial de renovables "en tiempo y modo", apuntan desde Credit Suisse, a pesar de que la compañía "no ha dejado claros los plazos". Los analistas de JP Morgan creen que la nueva firma de energía limpia "alcanza un valoración (NAV) de 4.900 millones de euros" y que supondrá "una vía acelerada de cristalizar el valor de Repsol". La salida a bolsa se espera hacia mediados de año.
Total lidera el sector
La petrolera francesa Total ha perfilado una hoja de ruta similar a la de Repsol, anunciando ya el dividendo de cara a los dos próximos ejercicios, que será de 2,64 euros brutos por acción, lo que renta casi un 7% a los precios actuales de cotización. También ha puesto fin al pago en scrip y el mercado está pendiente de que retome su programa de recompra de acciones vinculado a la evolución del precio del barril de Brent, algo habitual en el sector.
La británica BP cuenta con el tercer dividendo más atractivo del sector, aunque se estima que los cuatro pagos que realiza al año seguirán siendo en formato scrip. Se esperan 0,17 euros por acción este año y el próximo, con una rentabilidad del 5,6%.
La lusa Galp es la tercera firma que ha confirmado ya el abono con cargo a 2020 y 2021, que será la mitad del de 2019, en 0,35 euros por acción, ante "condiciones inesperadas de mercado". El próximo ejercicio su cuantía aumentará a 0,5 euros, lo que renta un 5,3% actualmente. Por su parte, Eni abonará 0,36 euros por acción este año, según los analistas, pero no está confirmado. Dependerá del precio del Brent. La italiana ha elevado el importe del dividendo con respecto al año pasado. Si se mantiene sobre los 65 euros por barril, el dividendo podría ascender a 0,86 euros, igual que el año anterior, y elevaría su rentabilidad hasta el 9%.
Niveles pre-Covid
Justo un año después del primer crash del mercado -ocurrió el 24 de febrero de 2020-, Repsol es la petrolera que se encuentra más cerca de recuperar niveles previos a la pandemia. Sus acciones, por encima de los 10,3 euros tras la subida de ayer, están aún un 14% por debajo de los 11,96 euros a los que cotizaba entonces, pero esa distancia es del doble si se toma como referencia la media de las otras cinco grandes petroleras continentales -que cotizan casi un 29% por debajo-.
Repsol hizo mínimos a finales de octubre de 2020, y desde entonces, gracias al rally de las bolsas que comenzó en noviembre ha conseguido doblar su capitalización. Suma casi 8.200 millones de euros más, hasta volver a capitalizar algo más de 16.000 millones de euros, en el mayor avance del sector. Desde los mínimos del 29 de octubre, las seis grandes petroleras europeas recuperan un 38% de su valor de mercado, 138.000 millones de euros en capitalización. Logran así superar los 362.000 millones cuatro meses más tarde.