
Las historias de CAF y Talgo han estado concatenadas desde que se fundaron, la primera cuando transcurría la Primera Guerra Mundial y la segunda en los últimos años de la segunda gran guerra. Desde entonces han ido diseñando y vendiendo una gran parte de los trenes que circulan por las vías españolas y muchos de los que lo hacen fuera de nuestras fronteras.
Sus negocios son similares y comparables, aunque cada una de ellas se ha enfocado a mercados distintos, apostando CAF por países más desarrollados, donde los riesgos son menores pero también los márgenes, mientras que Talgo ha estado más expuesta a países más pequeños o en vías de desarrollo.
Desde que la madrileña salió a bolsa en 2015 (tras años buscando el momento oportuno para hacerlo), los analistas casi siempre le han concedido una peor recomendación que a su homóloga vasca. Sin embargo, las tornas se han girado ahora, aunque las dos compañías mantienen el consejo de compra por parte del consenso de expertos. La última vez que sucedió esto fue hace casi 2 años, en marzo de 2019.
Renta 4: "En la división de fabricación ya vemos niveles de actividad prácticamente normales"
El mercado ha acertado hasta ahora en preferir los títulos de CAF atendiendo a su evolución. Desde que las dos cotizan en el parqué, ésta ha ganado más de un 20% mientras que Talgo ha perdido un 45% de su valor. No obstante, esta peor evolución de Talgo le deja un recorrido mucho más amplio. Según el consenso de analistas de FactSet, ofrece un potencial del 30% hasta su precio objetivo medio, 28 puntos más que CAF.
Desde Renta 4 explican que "en sus resultados se va a ver una ralentización del ritmo de recuperación en la división de mantenimiento pero creemos que lo peor de esta crisis ya ha quedado atrás. En la división de fabricación ya vemos niveles de actividad prácticamente normales y previos a la crisis, destacando la aportación del contrato del AVE en España".
Antes de que se extendiese la pandemia, los expertos pronosticaban un ebitda de 104 millones para Talgo en 2020. Sin embargo, esa previsión se ha ido deteriorando en un 70% hasta situarse en los 30 millones que se espera que anuncie el próximo 25 de febrero. En el caso de CAF, este deterioro ha sido mucho menor, del 25%.
"El modelo de Talgo es más defensivo, basado en contratos a largo plazo que le otorgan ese carácter", apunta César Sánchez-Grande, analista de Renta 4. "De este modo, veremos un impacto negativo este año y el próximo, pero si no hay un recrudecimiento de la pandemia, deberíamos ver una recuperación global de los resultados, sobre todo a medida que el proceso de vacunación avanza y aumenta de las frecuencias ferroviarias", agrega.
23,5 puntos de diferencia en los márgenes
Por márgenes, Talgo consigue cerca de 3,5 puntos porcentuales más que CAF, precisamente por ese perfil de negocio más expuesto a territorios como Kazajistán o Arabia Saudí. A su favor también cuenta con un descuento del 22% por PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de cara a este año y con un apalancamiento de 1,3 veces, 0,5 veces inferior al de su homóloga. Por el contrario, Talgo da una rentabilidad por dividendo del 1,9% frente al 2,7% de CAF.