Se dice que un camaleón que torna su color a rojo es un mal presagio. Señal de disputa con un rival y, de hecho, es el único momento en el que estos reptiles se hacen visibles. El resto del tiempo, a pesar de la creencia general, lo más que pueden hacer es cambiar el tono de su piel para pasar desapercibidos, aunque con colores menos vivos y en un abanico limitado. En un año como el que cerramos, en el que la pandemia ha obligado a adaptarse a cada segmento económico, no se puede decir que el Ibex no lo haya intentado. Del rojo de Santander ha tornado a un verde Iberdrola, que nunca antes fue tan intenso. Si algo ha traído la pandemia es que la búsqueda de refugio de los inversores, unida a la apuesta por las renovables, ha basculado el peso del Ibex algo más hacia las utilities y menos hacia la banca, aunque entre ambos sectores representan casi la mitad de la ponderación del índice.
Pero hay otra cosa a tener en cuenta. Ninguno de los grandes figura entre las mejores recomendaciones de los analistas, que van a parar a industria y farma para encarar la era post-Covid, si 2021 lo consigue, pero lo que es evidente es que sí ha logrado acelerar el fin de un ciclo que para muchos se estaba haciendo eterno.

El reinado de Iberdrola
La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán es la protagonista de este 2020 en España. Nunca antes había llegado a pesar tanto dentro de la bolsa española, de ahí que cada paso que dé marque el futuro del Ibex 35, en el que pondera un 17,3%, aunque llegó a representar una quinta parte del índice el pasado mes de octubre. La capitalización de Iberdrola, que iguala a la de las seis energéticas juntas -Endesa, Enagás, Red Eléctrica, Naturgy, Acciona y Repsol- es superior a la de Banco Santander y BBVA juntos y casi duplica el valor en bolsa de Cellnex Telecom y Telefónica. El sector utility representa un 26% de la ponderación del Ibex 35 y ha tomado el testigo a la banca, cuyas seis entidades y Mapfre rondan el 22,5%. A comienzos de año la situación era justo la contraria, con las financieras en el 26,6% y las eléctricas en el 19%. Y esto se debe, sobre todo, al auge de Iberdrola. Es el valor que más puntos ha ayudado a arañar a un Ibex en pérdidas, del 15%, las mayores de los grandes índices europeos. Su revalorización en el mercado, del 28%, ha sumado más de 350 puntos para el selectivo a lo largo de 2020; seguida de Siemens Gamesa y de Cellnex Telecom, por encima de los 100 enteros cada una como contribución al Ibex.
En el lado contrario, pesa, principalmente, la caída de Banco Santander, del 28%, lo que ha restado más de 300 puntos al índice, a la que sigue Telefónica -que ha perdido casi la mitad de su capitalización en el año- y de Inditex -con una caída del 16%, similar a la del índice-. La firma textil tomó el testigo como valor más ponderado del Ibex de manos de Banco Santander, aunque el crash de mercado le hizo ceder el primer puesto a Iberdrola y hoy tiene un peso del 11,6%.
La crisis más disruptiva
Muchos expertos decidieron introducir allá por el verano el concepto de recuperación en K para dibujar la salida de esta crisis. Básicamente, lo que supone es que la pandemia está teniendo un carácter mucho más disruptivo que crisis anteriores y que, por ende, dará como resultado sectores ganadores y otros perdedores, que directamente podrían llegar a desaparecer. Y el Ibex no ha sido ajeno a ello. Con más peso en utilities y en renovables, y menos en banca, el selectivo busca parecerse algo más a la distribución del PIB nacional -aunque el turismo, primer segmento por aportación a la economía de nuestro país con el 15%, permanece tocado y hundido en bolsa-.
Con una caída modesta en el año -del 17%- comparada con firmas como IAG o Meliá, Amadeus escala dos puestos en el índice, hasta la cuarta plaza, por delante de BBVA. Telefónica sigue cayendo -ya es el séptimo valor por ponderación-. Nunca había pesado tan poco, un 4%, y Cellnex Telecom ha tomado definitivamente la delantera. La compañía presidida por José María Álvarez Pallete llegó a suponer un 27% del Ibex en el arranque de siglo (ahora la regulación impide que el peso supere el 20%). Y esto refleja el cambio de piel que paulatinamente ha ido realizando el Ibex, aunque todavía el peso de la banca divide a los expertos a la hora de posicionarse en el selectivo de cara a 2021. Solo Santander suponía el 22% del índice en 2009, pero este año llegó a caer a mínimos del 7,2%.
Un año de pérdidas
2020 se va a convertir, si se cumplen las previsiones, en el primer año de pérdidas netas del Ibex desde 2012, con algo más de 280 millones de euros en números rojos, principalmente por los cerca de 8.500 millones que perderá Santander debido a provisiones extraordinarias, otros 4.500 millones, según los analistas, de IAG y cerca de 1.500 millones de pérdidas de ArcelorMittal. El impacto de la crisis ha hecho que, por primera vez desde 2006, la rentabilidad por dividendo del Ibex haya caído por debajo de la histórica cota del 4% después de que un tercio del selectivo cancelara sus pagos -momentáneamente o no- y otro tercio redujera su importe de cara a la retribución que se pagará con cargo a 2020.
En todo caso, el hecho de que el Ibex sea un índice en transición hacia dar más peso a industria y menos a sectores tradicionales que han quedado atrás, como la banca, seguirá pesando en las cifras del índice teniendo en cuenta que los mayores disruptores, firmas como Cellnex Telecom o la recién llegada Solaria, todavía están lejos de obtener beneficios milmillonarios. Dejando a un lado Banco Santander, el beneficio de los otros cinco bancos del índice alcanzará, según las estimaciones, los 2.770 millones de euros, sobre todo gracias a los 1.270 de CaixaBank y otros 933 que aportará BBVA, a tenor del consenso, para este ejercicio. "Esto hace que el PER (número de veces que el precio recoge el beneficio de las compañías) del Ibex de cara a 2021 alcance las 19 veces", muy por encima de la mediana de los últimos 30 años en las 13,9 veces. Y es un caso único entre las grandes bolsas mundiales, según Renta 4. "El índice se ve distorsionado frente a la historia por el cambio en el entorno operativo de la banca (con menor crecimiento y bajos tipos de interés) y por el elevado peso en el selectivo", concluyen.
En el balance de este paréntesis provocado por la pandemia, los analistas creen que serán firmas de renovables y farma quienes saldrán antes y más fuerte de esta crisis. Solaria es la empresa del Ibex con mejores proyecciones. Sus ganancias crecerán un 136% en 2022 si se compara con el cierre de 2019, hasta los 56 millones de euros. Le sigue Siemens Gamesa, para quien se espera un beneficio de 322 millones, un 130% más que a cierre de 2019; y en el tercer puesto Grifols, cuyo beneficio crecerá un 45%, hasta superar los 900 millones en 2022.
Este crecimiento contrasta con el estancamiento de los grandes valores del selectivo. Inditex aspira a recuperar los 3.600 millones de euros que logró en 2019; esa barrera en el caso de BBVA son los 3.000 millones; Telefónica rozará 2.500 millones de beneficio, todavía 1.000 por debajo del beneficio sin extraordinarios de 2019, en 3.574 millones de euros; y Santander quedará todavía por debajo de la cifra de los 6.000 millones, casi un 20% por debajo. Iberdrola es la única excepción al revalidar año tras año un beneficio histórico, que rebasará, según los analistas, los 4.100 millones por primera vez a la cabeza del Ibex.
Los analistas, claramente posicionados en favor de valores de crecimiento, acumulan sus mejores recomendaciones en firmas cíclicas, como Acerinox, ACS, ArcelorMittal, IAG y CIE Automotive. Y también en farmacéuticas como Almirall y Grifols, quienes, a pesar del sector al que pertenecen, registran pérdidas en el año superiores al 20%. De hecho, el sector salud, con una ponderación modesta superior al 3%, nunca tuvo tanta representación en el índice, aunque todavía es una cuarta parte de lo que supone para el PIB nacional.
Los nuevos integrantes
Solaria, incorporada al Ibex en octubre, no está entre las mejores recomendaciones. De hecho, es una venta, básicamente porque ha sido tal el aluvión de compras hacia las renovables que sus títulos se revalorizan un 230% solo en 2020. La firma de energía solar lleva seis años seguidos en los que no falla a sus accionistas, con ganancias anuales desde 2015, aunque la subida fuerte llegó en 2017. Desde entonces, sus títulos se han revalorizado más de un 2.900%. No hay ningún otro valor del índice que logre algo similar. El que más cerca figura es Cellnex, con ganancias en esos cuatro años del 350%.
Pero ha habido otros dos cambios más en el selectivo en 2020. De hecho, es el año más prolífico desde 2016 -cuando se incorporaron Cellnex, Viscofan y Meliá en sustitución de constructoras (OHL, Sacyr y FCC)-, con tres entradas, las de Almirall, Pharma Mar y la ya mencionada Solaria, que han venido a ocupar el asiento vacío de MásMóvil (tras el éxito de la opa de KKR), Mediaset y Ence. Pharma Mar, entre estudios de fármacos para combatir el Covid, ha protagonizado un cierre de año algo convulso. Llegó a subir casi un 200% en el año, por encima de 134 euros en octubre, pero desde entonces su camino ha ido en picado y se deja casi la mitad de su valor. En cualquier caso, sí cierra 2020 como el tercer título más alcista, con ganancias del 71% y es algo notable teniendo en cuenta que solo nueve compañías logran cerrar 2020 en positivo: Solaria, Siemens Gamesa, Cellnex, Iberdrola, Viscofan, Acciona, Arcelor y CIE Automotive.