
El 19 de febrero pasado -justo antes del inicio del crash- Inditex valía en bolsa 99.982 millones de euros. Se quedaba al filo de los 100.000, barrera que sí había rebasado una sesión puntual de 2019 (la del 27 de diciembre, para ser exactos). También había superado ese nivel durante buena parte del año 2017, y de forma intermitente en ejercicios previos.
Pese al arreón que han dado las acciones del grupo este mes -se anotan un 32,2%-, ese nivel psicológico continúa lejos: este jueves, Inditex, que es la empresa más grande por capitalización del Ibex, despedía la sesión en los 87.297,4 millones de euros, 12.700 por debajo de esa cota. Aún cae un 10,9% en el año.
Y todo parece indicar que los 100.000 se le seguirán resistiendo. Según recoge Bloomberg, entre las 10 entidades que han actualizado sus valoraciones a lo largo del mes de noviembre, solo dos (Mediobanca y Alphavalue) sitúan el precio de cada título de la compañía en al menos 32,09 euros, nivel que les permitiría alcanzar ese valor bursátil (el capital de la empresa está dividido en 3.116,7 millones de acciones).
La compañía cotiza con un PER (Price to Earnings Ratio, o multiplicador de beneficios) de 30,3 veces, es decir, con una prima del 24% sobre su media de la última década.
Cerca o lejos de los 100.000, lo cierto es que con el empujón de noviembre Inditex ha alejado la posibilidad de que Iberdrola la reemplace como la empresa con mayor valor bursátil del Ibex, algo que la eléctrica llegó a conseguir este verano. Al cierre del jueves, las distanciaban 15.573 millones de euros.