La irrupción de las vacunas contra el covid-19 ha provocado un rally alcista en los mercados, que no ha pasado desapercibido para el petróleo, uno de los activos considerados de riesgo. El crudo Brent, de referencia en Europa, se revaloriza un 28% en lo que va de mes. El precio del futuro del barril para entrega en enero supera los 48 dólares, niveles no vistos desde marzo. Además, la estructura del mercado de futuros ha cambiado de contango a backwardation, lo que suele indicar que en el más corto plazo podría existir cierto déficit de petróleo en el mercado (se demanda más crudo del que se oferta). Sin embargo, a una semana de la reunión de la OPEP, los expertos piden cautela: estamos ante un backwardation que todavía es débil y sin fundamento.
Commerzbank: "El backwardation a menudo se interpreta como un signo de escasez de oferta. Pero ahora mismo no hay evidencia de ello, al menos en los datos de inventario más recientes"
La estructura de backwardation se produce cuando el precio actual (al contado) del petróleo físico es más alto que los precios que se negocian en el mercado de futuros. Esto quiere decir que la demanda presente de petróleo es fuerte respecto a la oferta. En el caso del petróleo no tiene que significar que hoy se esté consumiendo más crudo del que se produce, simplemente puede ser que tras los esperanzadores datos sobre la vacuna, los traders y las empresas se hayan lanzado a comprar crudo para almacenarlo y venderlo en el futuro (esperando que el precio sea más alto cuando la economía crezca con mayor fuerza).

Lo opuesto al backwardation es lo que se conoce como estructura de contango, donde el precio de los futuros es más alto que el precio del crudo físico o el futuro más cercano (normalmente es el futuro a un mes). Por ejemplo, cuando el petróleo llegó a caer por debajo de cero dólares (la referencia West Texas) durante el primer confinamiento, el contango fue superó los diez dólares. Los inversores regalaban el petróleo físico (no sabían donde meter tanto petróleo) mientras que los futuros aún tenían precios positivos, anticipando que en algún momento la situación mejoraría.
¡Cuidado con este backwardation!
Lo cierto es que el backwardation actual es muy pequeño, solo unos pocos centavos de dólar de diferencia, porque la situación a corto plazo para el petróleo sigue siendo de gran incertidumbre. No obstante, esta estructura demuestra que la situación ha mejorado y que los inversores son algo más optimistas tras la irrupción de las diferentes vacunas contra el covid-19. "Ha llevado algo de tiempo, pero el Brent ya está en backwardation, una estructura que no se veía desde junio", aseguran Warren Patterson y Wenyu Yao, analistas de ING en una nota.
El repunte del precio del petróleo, junto a unos diferenciales más ajustados (a lo largo de la curva de futuros de petróleo), parece deberse en gran medida a las expectativas de que podríamos ver un lanzamiento de las vacunas contra el covid-19 mucho antes de lo esperado. Es importante destacar que, obviamente, eso significa que vayamos a comenzar a ver que la demanda de petróleo también se recuperará de forma muy rápida", advierte los expertos de ING.
Pese a los riesgos, la situación es mejor hoy que hace unas semanas. "La OPEP +, obviamente, estará muy feliz de ver que la estructura de backwardation, sin embargo, todavía creemos que existe un riesgo de que el mercado esté reaccionando demasiado pronto. Tenemos la reunión de la OPEP + dentro de una semana, y la pregunta clave es si el cártel decidirá retrasar la reducción de los recortes hasta el 1 de enero".
Eugen Weinberg, analista de materias primas en Commerzbank, explica que "en las últimas semanas hemos señalado repetidamente los riesgos para el precio del petróleo tanto en el lado de la demanda como en el de la oferta. Esto hace que el alza de precios sea aún más sorprendente: el Brent ahora avanza vigorosamente hacia la marca de los 50 dólares por barril, y ya ha alcanzado casi los 49 dólares esta mañana. En este contexto, la curva forward ha cambiado a backwardation por primera vez desde junio, es decir, el contrato de futuros del mes anterior tiene un precio más alto que los contratos posteriores. El backwardation a menudo se interpreta como un signo de escasez de oferta. Peor ahora mismo no hay evidencia de ello, al menos en los datos de inventario más recientes", sentencia el economista alemán.
Esta subida de precios del petróleo podría resultar contraproducente en lo que respecta a la cohesión OPEP+. Algunos miembros podrían usar el rally del crudo para pedir el fin de los recortes en la producción cuando el futuro sobre la demanda sigue siendo muy incierto, como ha advertido recientemente la Agencia Internacional de la Energía. "Después de todo, podría incitar a los miembros de la alianza a adoptar una actitud más laxa que ponga en jaque la política de recortes de la producción", culmina el experto de Commerzbank.