
Cuando el timón de un barco da un giro de 180 grados, este giro no se produce de forma inmediata, pero el piloto sabe hacia dónde se va a dirigir la embarcación tarde o temprano. La semana comenzó con otra noticia negra para Royal Caribbean, que era la de que Norwegian Cruise Line, una de sus mayores competidoras, anunciaba que no iba a restablecer sus cruceros, como mínimo, hasta final de año. Lo cual podría haber sentado como otro jarro de agua fría sobre un sector en demolición a causa del coronavirus. Sin embargo, antes de que el pasado lunes subiera el telón de Wall Street, Pfizer salió a escena con el anuncio de su vacuna para cambiarlo todo.
La perspectiva de tener en los próximos meses una vacuna muy efectiva contra el Covid-19 ha sido un revulsivo para las compañías que beben del turismo, como es la integrante del fondo Tressis Cartera Eco30, cuya composición de cara al primer trimestre de 2021 se revisará y publicará en las próximas semanas.
La reacción de los inversores no se hizo esperar y las acciones de la operadora de cruceros se impulsaron casi un 29% solo en la sesión del lunes. Si bien es cierto que tras ese fuerte rebote, corrigió algo más de un 6%. Esto superó cualquier expectativa y, de hecho, el precio objetivo medio estimado por el consenso de analistas que recoge Bloomberg se sitúa todavía un 17% por debajo de los niveles actuales.
La recomendación también se había deteriorado enormemente en los últimos meses, pasando de recibir un claro consejo de compra a uno de mantener.
"Todavía es pronto para poner fecha a la vuelta de la actividad a la normalidad", apuntan desde Goldman Sachs. "Mirando lo que ha pasado en China, la cual está varios pasos por delante en la evolución de la pandemia, los cruceros están todavía lejos de recuperar niveles previos, por lo que no prevemos que sea hasta el segundo semestre del año que viene cuando la demanda se impulse definitivamente" agregan los expertos de Bloomberg Intelligence.
Un camino duro
Pese a que ahora las perspectivas son algo más esperanzadoras para el sector, todavía queda un camino duro y, sobre todo, largo, por recorrer hasta recuperar un nivel de actividad compatible con tener un negocio rentable. Prueba de ello es que Carnival aprovechó la coyuntura para anunciar una nueva ampliación de capital, lo que propició las ventas del resto de la semana.
Para los analistas de Berenberg, los números están claros. A niveles normalizados de actividad (previos al coronavirus), "las acciones de la compañía deberían estar rondando los 127 dólares [implica un potencial de más del 60%], sin embargo, con la actividad que prevemos para los próximos meses, todavía podríamos ver recorrido a la baja, por lo que somos cautos". El pasado mes de enero tocó máximos históricos en los 135 dólares, desde los cuales ha perdido algo más de la mitad de todo su valor pese a la recuperación de esta semana.