
Uno de los grandes campos de batalla entre demócratas y republicanos se encontraba en la política fiscal. Si Trump prometía a los electores una nueva rebaja de impuestos si era reelegido, Biden apuntalaría su mayor gasto social con impuestos a las clases más altas.
Además del más que probable incremento de la presión fiscal sobre las mayores empresas tecnológicas, entre los objetivos del líder demócrata se situaban los inversores más acaudalados.
La propuesta demócrata en este sentido era la de elevar el impuesto a las ganancias de capital y dividendos desde el 23,8% actual al 43,4% para aquellos individuos y familias que ingresen más de un millón de dólares.
Esta decisión, que probablemente sería más fácil de implementar si los demócratas recuperasen el Senado, puede provocar que muchos inversores opten por vender y recoger beneficios antes de que termine el año. Así, la probable derrota de los burros en la Cámara Alta les alejará de estas medidas.
Los futuros del Nasdaq 100 se anotaban más de un 2,5% antes de la apertura de Wall Street. Que sea el tecnológico el sector que más celebre este hecho no es casualidad. Las ventas en este sector serían más pronunciadas al contar con los valores que más se han impulsado en los últimos meses y años.
"Normalmente, cuando se produce una barrida electoral de un solo partido, el mercado responde con ventas", apunta Matt Gertken, estratega y vicepresidente de BCA Research, quien destaca, eso sí, que en el caso actual, una victoria demócrata llegaría acompañada de una importante "agenda reflacionaria".