
La fuerte caída -la última del 5% tras presentar sus cuentas- que han sufrido los títulos de Telefónica en lo que va de año les ha llevado a cotizar en mínimos no vistos desde 1996. Este desplome ha provocado que la rentabilidad de su dividendo de 0,4 euros se dispare al 14% y que los analistas se pregunten sobre la idoneidad de mantener su política de retribución. Sin embargo, desde la operadora han despejado cualquier asomo de duda al confirmar que repartirá 0,2 euros por acción en diciembre, un pago que ofrece un rendimiento de más del 7%.
Para poder recibir el mismo será necesario tener sus títulos en cartera antes del 15 de diciembre y el abono se realizará el día 17. Tras el estallido de la pandemia la compañía decidió mantener su pago en 0,4 euros al año, pero volver al pago en scrip, que diluye al accionista que decide recibir su retribución en efectivo pero también permite limitar la salida de caja y apoyar la rebaja del endeudamiento, una de las grandes preocupaciones del mercado. En el pago de julio la aceptación de los papelitos fue del 63%, lo que permitió ahorrar una salida de caja de 600 millones frente a un pago totalmente en cash. Los niveles clave de la empresa.
En este entorno, la compañía ha anunciado que amortizará el 1,5% del capital con acciones que tiene en autocartera, que ha crecido del 0,53% en julio al 1,54% a final de septiembre. "Nuestros accionistas aprobaron que el pago sea en scrip para dar flexibilidad y para mostrar prudencia, algo que creemos que es muy necesario en estos momentos. Somos conscientes de que esta fórmula tiene un efecto dilutivo en aquellos que aceptan el pago en efectivo y por eso hemos actuado para compensar parcialmente la misma amortizando las acciones en cartera", aseguró Laura Abasolo, directora Financiera de Telefónica en una conferencia con analistas.
Con el pago confirmado, los 20 céntimos que distribuirá la compañía ofrecen la mayor rentabilidad de toda la bolsa española, pero suponiendo una aceptación similar a la del primer tramo de julio la dilución al accionista que aceptase el pago en cash alcanzaría el 4,4%. En esta situación, una de las preguntas que se hacen los inversores es si no sería más efectiva una política centrada en las recompras, pero por el momento la empresa está focalizada en reducir su apalancamiento. "Analizaremos potenciales buyback cuando nos sintamos cómodos con la reducción del apalancamiento y en las circunstancias actuales de volatilidad e incertidumbre a nivel general pensamos que es necesario añadir un extra de prudencia", aclaró Ángel Vilá, consejero delegado de la teleco, a los analistas.
En una entrevista con elEconomista, Laura Ábasolo ya señaló que la compañía no tiene intención de fijar una política de retribución plurianual y tampoco quiso confirmar a los expertos su retribución para el próximo ejercicio. "Es pronto para hablar de ello, pero los factores a considerar son la fuerte generación de caja, que cubre de manera confortable el pago, la reducción de deuda y el resto de compromisos; y la gestión activa del porfolio", señaló la directiva.