A menos de una semana de las elecciones norteamericanas, las encuestas siguen otorgando ventaja al partido demócrata, que incluye en su programa mayores subidas de impuestos y regulación. Pero el mercado no se está moviendo tanto por si gana Biden o Trump como que sea una victoria clara que no introduzca más incertidumbre con el posterior recuento de votos.
"Los inversores normalmente prefieren que el presidente en el poder sea reelegido, porque entienden que será más sencillo calcular los beneficios empresariales futuros y lo que el mercado prefiere ahora es que el ganador se desmarque con suficiente ventaja, para que no se decida en los tribunales", asegura Sergio Ávila, analista de IG.
Según el cálculo realizado por esta firma, los seis días posteriores a la celebración de las elecciones el mercado norteamericano tiende a corregir, pero estas correcciones podrían ser más o menos profundas en función de los resultados que arrojen. Si un partido domina el Congreso y el Senado y el candidato se convierte en presidente, el mercado reaccionará mejor que si no hay mayorías claras que permitan vislumbrar qué políticas se podrán aplicar en los próximos años.
"Es importante no dar por vencido a Trump, ya que en las anteriores elecciones también estaba muy por detrás de Clinton y al final ganó. La última encuesta publicada por Gallup sobre si los estadounidenses piensan que están mejor o peor que hace cuatro años mostraba que el 56% opinaba que estaba mejor ahora que antes", apuntó Sergio Ávila, analista de IG.
En cualquier caso, una victoria de Biden tampoco asusta tanto al mercado puesto que contaría con los vientos de cola de las políticas implantadas por Trump durante su primer mandato, y no podría aplicar realmente sus medidas hasta 2022. "La historia nos dice que ganen demócratas o republicanos, el mercado se comporta de manera positiva a excepción de los años de crisis que se ven afectados por algún cisne negro", sostiene Ávila.
¿Qué pasará con las empresas españolas?
Infraestructuras, energía solar, automóviles eléctricos y farmacéuticas son los sectores que más se verían favorecidos por una victoria de Biden en las elecciones. De ahí que empresas como Iberdrola, Acciona, Siemens Gamesa o Grifols serían las más beneficiadas, además de Inditex y Viscofan, gracias a una reducción de aranceles que implementaría el candidato demócrata.
Por el contrario, si Trump revalida su triunfo de hace cuatro años, compañías como BBVA, Santander, ACS, Ferrovial o Repsol quedarían en mejor posición. Según el análisis de IG, una menor regulación del sector financiero ayudaría a las cuentas de resultados de las entidades españolas, mientras que un incremento de los aranceles al acero sería beneficioso para Acerinox.
Las constructoras, por su parte, se verían beneficiadas por la victoria de cualquier candidato, pues ambos se han comprometido a un fuerte desembolso de la Administración en programas de infraestructuras.