
Como ha venido sucediendo de forma recurrente durante los últimos años, en medio de las violentas caídas del mercado el sector más perjudicado ha vuelto a ser la banca. Con una caída cercana al 6% ha vuelto a ser la industria más perjudicada del Stoxx 600 y ya se encuentra a solo un 1,5% de perforar sus mínimos del año y en el caso español ya se sitúa en los mismos. Con estos números, se afianza como el sectorial más bajista de Europa, al ceder más del 43%.
El último golpe para la industria -aparte del temor a que descarrile la recuperación por el repunte de la pandemia- ha venido de la publicación durante el fin de semana de noticias del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación en diversos medios sobre grandes bancos mundiales -HSBC, Standard Chartered o Deutsche Bank, entre otros- que no han sido suficientemente estrictos en sus controles para evitar el blanqueo.
"Dado que los documentos filtrados son correspondencia entre bancos y autoridades nos sorprendería que los reguladores sepan algo nuevo gracias a estos. Para nosotros parece más como unos papeles de Panamá que un problema de blanqueo como pasó en la banca nórdica. Sin embargo, creemos que la situación podría pesar porque probablemente los periodistas busquen más pruebas de malas conductas y el escrutinio del regulador podría llevar a un mayor esfuerzo de las autoridades para investigar casos, imponer multas más duras y requerir más inversión para mejorar el cumplimiento de los procedimientos antiblanqueo", indican en RBC.
Así las cosas, esta noticia ha presionado a la baja la cotización del sector, que ya de por sí se enfrenta a problemas estructurales de un calado mucho mayor. Con la rentabilidad por los suelos, la expectativa de un repunte en las pérdidas en préstamos y la prohibición de repartir dividendos, los inversores encuentran pocos motivos para apostar por el sector.

Por entidades, la firma más bajista de Europa es Sabadell, que se deja casi un 70% en el año. Le sigue Bank of Ireland, con pérdidas que superan el 65%. Finalmente, Lloyd's, Société Générale y NatWest superan el 60% de caída. En el lado opuesto se sitúan el suizo BCV -que sube un 23%-, el italiano FinecoBank -con un alza del 7%- y Deutsche Bank y el suizo Cembra Money Bank con alzas del 3% y el 2%.
No es parte del problema
A diferencia de lo sucedido en la anterior crisis financiera, los bancos no son parte del problema, con balances que son mucho más sólidos. Sin embargo, esto no es suficiente para convertirlos en una buena idea de inversión. "Las preocupaciones clave ahora giran en torno a la falta de consolidación en una industria con un exceso de capacidad y si el regulador permite el pago de dividendos. Vemos ambos problemas unidos. Sin una regulación estable, no puede haber una consolidación y la prohibición de retribuir ha sido un nuevo enfoque para los inversores fuera del entorno que los reguladores han construido durante 10 años. La incertidumbre es elevada, lo que hace de los bancos una inversión de riesgo incluso con unos balances más sólidos", indican en Bank of América.
Algunos inversores habían esperado que con la operación entre CaixaBank y Bankia la industria pudiese recuperarse ante la expectativa de una mayor actividad corporativa, pero lo cierto es que la cotización de la mayoría de entidades sigue deprimida y parece difícil que lleguen esas fusiones transfronterizas que viene pidiendo el BCE desde hace años. "Vemos poco espacio para que se produzcan estas operaciones hasta que Europa implemente una Unión Bancaria. Sin la misma, no hay sinergias en liquidez o capital y los bancos dependen de las sinergias de costes para crear valor y estas no existen si no hay duplicidades geográficas", reflexionan en Berenberg.
Las entidades españolas, aún deprimidas
En lo que va de año el índice de la banca del Ibex 35 ha sufrido un desplome del 51,6%, quedándose más de 8 puntos rezagado frente a Europa. La operación entre CaixaBank y Bankia ha dado aire a ambas entidades -que se dejan en torno a un 30%-, pero los pesos pesados como BBVA y Santander actúan como una losa sobre el sectorial, al dejarse un 56% y un 57%. Mientras, Bankinter retrocede algo menos de 38% y Sabadell se lleva la peor parte, con un desplome cercano al 70%. Fuera del Ibex 35, Liberbank y Unicaja aguantan mejor el desplome al situarse en el centro de la diana ante posibles operaciones corporativas. La primera se deja un 28% en lo que va de año y la segunda pierde algo más del 30%.