
Indefinición, tibieza, cautela... Son muchos los adjetivos que se han ido poniendo para definir el comportamiento de las bolsas europeas en las últimas sesiones y tratar de explicar la falta de una tendencia definida en los principales selectivos de renta variable continentales.
El debate que protagonizan alcistas y bajistas a muy corto plazo se mantiene muy igualado lo que favorece que resistencias y soportes hayan sido presionados en las últimas jornadas en numerosas ocasiones, pero no hayan sido perforados en ningún caso.
El EuroStoxx 50, es el mejor ejemplo. Ayer se quedó, de nuevo, a las puertas de los niveles clave que encuentra en los 3.328 puntos. "Si logra batir esta cota nos advertiría de alzas hacia los 3.400 puntos, cuya superación plantearía alzas hacia el techo de la cuña ascendente que discurre actualmente por los 3.530 puntos", señala Joan Cabrero, asesor de Ecotrader.
En España pasa algo similar con el Ibex 35, que trata de alejarse del soporte clave que encuentra en los 6.900 puntos, "que es el nivel que no debería de perder si queremos seguir confiando en un contexto de alzas en próximas semanas" apunta Cabrero. Pero para ello debe primero batir la resistencia de los 7.215 y sobre todo la de los 7.385 puntos.
En este sentido, y dada la volatilidad en Wall Street en las últimas sesiones, la reunión del Banco Central Europeo (BCE) de hoy se antoja de vital importancia para los mercados.
La reunión entre la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, y el resto de miembros del Consejo de Gobierno del organismo se produce un mes y medio después de su último encuentro, y en ella se abordará la actualización de su cuadro de previsiones macroeconómicas, que recogerá el cambio de perspectivas de la entidad para la inflación y el PIB de los próximos años, unos datos que no se ajustaban desde junio.
La reacción de las bolsas a las palabras posteriores de la presidenta será clave, así como la evolución el euro. Y es que, la fortaleza del euro y las pobres perspectivas para la inflación han colocado al BCE sobre un fino alambre para guardar el equilibrio en su política monetaria.
De hecho, el alcance de la zona de resistencia psicológica de los 1,20 dólares por euro ha provocado en las últimas jornadas una consolidación que sin embargo no ha tirado por tierra las opciones de seguir viendo mayores alzas. "Mientras no pierda los soportes que encuentra en los 1,1750 y sobre todo los 1,1694, que son la directriz alcista y los mínimos del mes de agosto respectivamente, no descartamos incluso la búsqueda de objetivos como son los 1,28-1,30 dólares por euro", sentencia Cabrero.