
Después de haber asistido a la destrucción del mercado por el Covid y su súbita recuperación, toca planificar qué va a pasar este atípico verano. El pasado año me volví al periódico en pleno agosto, porque es donde mejor puedo estar informado, cuando sufría con intensidad la guerra comercial entre China y EEUU, las amenazas arancelarias se confirmaban y Trump acusaba a Powell de trabajar para los chinos.
En el primer año del fondo que asesoramos, nuestro Tressis Cartera Eco30, pensaba que, después de haber vivido el desplome del final de 2018 y las caídas de mayo y agosto de 2019, no podía tocar sufrir más. ¡Ingenuo! Quedaba la ola que nos podría haber ahogado. Pero aquí seguimos, corriendo mucho para estar kilómetros alejados de donde estábamos, perdiendo un 10% del valor liquidativo con el que arrancamos, tras dos crisis, y con el convencimiento de que con lo que tenemos en cartera nos queda mucho por recuperar.
Planificando este jueves con nuestro gestor del fondo, Jacobo Blanquer, le preguntaba si creía que íbamos a tener un agosto como el pasado ahora que escala la tensión de los consulados entre americanos y chinos. Jacobo, que se dividirá el mes de agosto entre sus ordenadores, la España verde y el Mediterráneo, me decía que vamos a tener un trimestre bastante tranquilo: "Los beneficios empresariales del trimestre ya sabíamos que iban a ser una porquería, pero no van a ser tan malos como se han estimado". Por redondear, para Europa el consenso del mercado estaba proyectando caídas del beneficio por acción superiores al 50% y para Wall Street, del 40%. Serán muy malos, pero no tan malos. "El otro argumento para la tranquilidad son los avances acelerados de las vacunas". La británica AstraZeneca parece que se adelanta a Moderna gracias a los resultados cosechados por la Universidad de Oxford y dice que habrá vacuna en otoño.
"Pero la tranquilidad del trimestre -comenta Jacobo- se nos acaba en septiembre, cuando empiecen a cotizar los efectos reales de las elecciones en EEUU". Las encuestas adelantan que los comicios del primer martes después del primer lunes de noviembre darán la victoria al demócrata Biden, pero es todavía muy dudoso que Wall Street haya comprado el cambio, sobre todo, porque es más importante que no se divida el poder entre cámaras. El almanaque bursátil recuerda que, desde 1950, el S&P ha subido en el 83% de los años -15% de media anual- en los que el partido demócrata controló Congreso y Senado.
Este será el debate del cuarto trimestre, para el actual tendremos mucha más tranquilidad que los dos primeros, con unas bolsas caras. El concepto caro y barato es personal, pero me vale que sobre la media que se compran los beneficios de 2021 en Wall Street -17 veces- se paga una prima del 19% y por la bolsa europea -13,5 veces- del 15%.