
Gestionar una sicav en tiempos de coronavirus tampoco ha sido tarea fácil. Los tumbos que ha dado el mercado en el primer semestre del año han provocado que las más de 2.500 sociedades de este tipo que aguantan en pie pierdan un 6,3% de media en este periodo, según datos de Morningstar, a cierre del 30 de junio -hace solo cinco años, el número de sicavs superaba las 3.300, pero la incertidumbre regulatoria que pesa sobre ellas desde entonces ha propiciado su destrucción en los últimos años-. Entre las mayores sicavs por patrimonio, aparecen algunos de los vehículos asociados a los grandes empresarios de este país. De ellos, el ligado a la hija de Amancio Ortega, Sandra Ortega (Soandres), es uno de los que mejor ha resistido el golpe del Covid-19, junto al vinculado a Joaquín del Pino (Allocation) y al de Alicia Koplowitz (Morinvest).
En el caso de las dos primeras (Soandres, que pierde un 0,84% desde enero y Allocation, que cede un 3,78%), ambas adoptaron una estrategia conservadora a cierre del primer trimestre y elevaron el peso de la liquidez en cartera de forma notable. Según los últimos informes publicados, Soandres, que da un peso más elevado a la renta fija, redujo su exposición a la renta variable en favor de algunos activos más defensivos como el oro o los bonos gubernamentales. Allocation, por su parte, también redujo su exposición a la renta variable en 18,5 puntos porcentuales en este periodo, del 45% al 26,5%. Morinvest, por el contrario, aprovechó parte de la liquidez que guardaba para salir de compras, de modo que, a cierre de marzo, se quedó en el 11,19% frente al 19,46% anterior. Entre esas incorporaciones estuvo Cellnex, en el mercado español; o Adidas, Teamviewer, Ryanair o Heineken, entre otras.
El componente 'value' lastra
Por el contrario, dentro de las sicavs relacionadas con personalidades del tejido empresarial, La Muza Inversiones, que canaliza parte de la fortuna de la familia de banqueros que fundó a finales del siglo XIX el Banco Urquijo, se encuentra entre las que peor ha resistido los vaivenes del mercado, con pérdidas de más del 24%, en parte porque invierte sobre todo en bolsa y, dentro de ella, en la europea aunque también tiene exposición a la española. Su gestión corre a cargo de Luis Urquijo, que es un claro defensor del value, estilo que aplica a la hora de gestionar -otras sicavs value, como la de Cobas AM, la gestora de Francisco García Paramés, se deja un 38% en el mismo periodo; y azValor Value Selection Sicav, un 26,8%-.
Tras ella se encuentra Soixa Sicav, vinculada a Antonio Hernández Calleja (presidente de Ebro Foods), que también es gestionada por una gestora que abandera la filosofía de encontrar compañías infravaloradas por el mercado, como es Magallanes Value Investors, creada por Iván Martín. En su caso, cede un 20,1% desde enero. Esta sociedad incrementó su exposición al sector industrial mediante la compra de Covestro en el primer trimestre del año y aumentó las posiciones que mantenía tanto en ArcelorMittal como en OCI. También elevó la exposición al sector de alimentación mediante el aumento de peso en Ebro Foods. Al mismo tiempo bajó el peso del sector de la distribución y en el de la salud, reduciendo su peso en Carrefour y en Draegerwerk (una empresa que desarrolla, produce y comercializa equipos y sistemas para aplicaciones médicas, de seguridad y buceo).
Las caídas han mermado el patrimonio que gestionan las sicavs. Pero en algunas, la bajada en el volumen en activos bajo gestión tiene más causas. En el caso de Kalyani, la sociedad ligada al millonario de origen indio Ram Bhavnani, gestiona ahora 46 millones de euros frente a los más de 100 que alcanzaba en 2018, después de registrar distintas reducciones de capital mediante hechos relevantes en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.