
A cuatro meses para la cita en las urnas en EEUU, la carrera electoral entre el actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, y el candidato demócrata, Joe Biden, ya representa para las firmas de inversión uno de los mayores riesgos que afrontan los mercados. El segundo suma ventaja y podría tomar el control en ambas Cámaras, aunque Trump ya dio la vuelta a las encuestas en 2016.
La bolsa americana ha emulado al mejor de los contorsionistas en la primera mitad de 2020 con movimientos de 180 grados que llevaron a borrar hasta un 20% del S&P 500 en los tres primeros meses para recuperar el mismo porcentaje en el segundo trimestre.
Una tendencia peculiar y hasta bizarra para algunas mesas de inversión, que ya comienzan a descontar un nuevo elemento de riesgo al ya de por sí enrevesado ejercicio instigado por el coronavirus: las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre.
En condiciones normales y libres de pandemia echar la vista atrás serviría de brújula para determinar la tendencia del mercado. A día de hoy, el candidato demócrata, Joe Biden, quien fuera vicepresidente de EEUU bajo la Administración de Obama, adelanta al actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, en al menos 9,4 puntos según la media de todas las encuestas a nivel nacional que calcula el portal RealClearPolitics.
Una brecha que se extiende también entre los estados clave, como Florida, Pensilvania, Wisconsin, Carolina del Norte o Arizona, donde el demócrata adelanta al republicano entre 3 y 7 puntos. Todo ello en un momento en que los niveles de aprobación de Trump tocan mínimos desde la II Guerra Mundial, cuando se comparan con los de otros mandatarios que se enfrentaron a una reválida en las urnas. Otros presidentes con una trayectoria similar, como Jimmy Carter y George H.W. Bush, vieron frustrada su reelección.
Desde 1960 se han registrado cuatro años electorales en los que el S&P sufrió una caída en su precio en el primer trimestre y un repunte en el segundo (1960, 1968, 1980 y 1992).
En estos cuatro episodios, el mercado registró una ganancia en la segunda mitad del año que alcanzó una media del 8% mientras que las urnas dictaminaron una derrota presidencial para el partido de turno en control de la Casa Blanca.
"Mientras que el repunte de casos ha puesto en pausa parte de la desescalada, el impacto en la recuperación en curso será marginal", manifiesta Sam Stovall, estratega jefe de CFRA, quien incide en que las elecciones, tensiones geopolíticas y comerciales cobran ahora un nuevo protagonismo en lo que a riesgos se refiere. Este veterano sitúa al S&P en los 3.345 puntos en 12 meses.
Un factor clave
A medida que crecen las probabilidades de una barrida demócrata, que no solo sitúen a Biden en la Casa Blanca sino que también pongan al partido en control de ambas Cámaras, la carrera presidencial se postula como un factor cada vez más importante para la bolsa americana en la segunda mitad del año.
Además de la fortuna electoral de Trump, la de su partido también ha disminuido en medio de una controvertida gestión de la crisis y el incremento de las tensiones raciales.
Las encuestas sugieren que los republicanos corren el riesgo de perder varios escaños en el Senado -Iowa, Georgia y Montana- que antes se consideraban como seguros. Algo que sugiere que existe una decente posibilidad de que los demócratas, en control de la Cámara de Representantes, ganen también una mayoría simple en la Cámara Alta. Eso sí, se descarta una super mayoría de 60 escaños.

Para Paul Ashworth, economista jefe de Capital Economics, "el resultado de las elecciones no provocará gran diferencia en las perspectivas económicas pero sí en las del mercado. El aumento del impuesto de sociedades que los demócratas se han comprometido a implantar, así como los cambios propuestos en la sanidad y la regulación antimonopolio, afectarán a los beneficios del S&P".
Según un análisis de Goldman Sachs, la propuesta de Biden de elevar el impuesto de sociedades del 21% actual al 28% reduciría las beneficios para 2021 del S&P 500 en 20 dólares por acción, hasta los 150 dólares.
Desde BCA Research estiman que una derogación completa reduciría el bpa un 12%, pero indican que parte de este riesgo ya se descuenta en el mercado. "Lo más posible es que los demócratas solo reviertan parcialmente las rebajas al impuesto de sociedades, centrándose más en cerrar algunas de las lagunas en el código tributario", incide Peter Berezin, estratega jefe global de la firma.
Por supuesto, aún faltan cuatro meses para la cita electoral y las perspectivas pueden cambiar. Trump también estuvo rezagado en las encuestas gran parte de la campaña de 2016 -aunque nunca a estos niveles- antes de su sorprendente victoria por la mínima. Ahora la bolsa tendrá que barajar cuál será el precio de un cambio político significativo el próximo noviembre.