
Durante los últimos años invertir en banca europea ha sido una mala idea y una de las entidades más castigadas ha sido Deutsche Bank. El gigante alemán ha sido fuertemente golpeado, pero este año por fin ha logrado cambiar su tendencia en bolsa -aunque desde un nivel muy bajo- y firma subidas del 17% en lo que va de año, frente al 35% que retrocede la industria en el Viejo Continente. De hecho, es la única entidad del sectorial que sube en lo que va de año junto al italiano FinecoBank.
La entidad teutona ha anunciado un plan de transformación material, saliendo de algunos de sus negocios de banca de inversión y reduciendo más los costes. Además, se ha fijado un objetivo de rentabilidad sobre el capital tangible del 8% en 2022, frente al 0,2% que logró en 2019 en términos ajustados.
De momento, los analistas consideran que es difícil que la compañía cumpla con sus objetivos, pero parece que el mercado está dando más crédito a la entidad. "Pensamos que la cifra de negocio está bajo presión y que los objetivos de 2022 parecen difíciles de cumplir. En los niveles actuales, las acciones parecen estar descontando una rentabilidad materialmente más elevada que el breakeven que esperamos en 2022", explican en Barclays.

En todo caso, el banco ha confirmado su objetivo de unos costes de 19.5000 millones este año, si bien la clave para los analistas está en si será capaz de incrementar su rentabilidad. "Pensamos que hay poca visibilidad sobre su capacidad para mejorar los retornos, por lo que valorar Deutsche Bank es muy subjetivo. Esto también implica que cualquier noticia, sea positiva o negativa, podría tener una implicación más sustancial de lo que sugieren los números", indican en RBC.
Más allá de esto, en el primer trimestre la entidad batió las expectativas del consenso gracias al buen tono de la banca de inversión. "La cuestión clave para nosotros está en las provisiones que se harán por el Covid y la sostenibilidad de la cifra de negocio de la banca de inversión tras un trimestre muy fuerte, ya que es el catalizador clave de su facturación", señalan en JP Morgan.