
La compañía se ha convertido en el emblema de la tecnología hecha en Corea del Sur. El inversor o la inversora que desee incorporarla a su cartera encontrará el ratio precio de la acción-beneficios más barato del sector y un crecimiento de las ganancias desorbitado. | Todo sobre el fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30.
La anatomía de un teléfono es menos curvilínea y sensual que la de un humano, pero la disección de un smartphone deja ver los componentes que a pequeña escala muestran el inmenso poder de la industria tecnológica mundial.
Si armados de estilete y bisturí destripamos un Samsung Galaxy S8, por ejemplo, encontraremos primero la pantalla completa OLED -de baja reflectancia- y el cristal inquebrantable Gorilla Glass, elaborado por la americana Corning.
A continuación, nos adentraremos en las entrañas del aparato: la tarjeta de memoria ultrarrápida USF; el chip de 10 nanómetros que potencia la CPU -el cerebro del teléfono-, la tarjeta MicroSD para almacenar hasta 256 gigas de memoria; el sensor de iris -para la identificación biométrica- o la tecnología MST (Transmisión Magnética Segura), que facilita el pago con el móvil.
Suena a prehistoria, pero hace solo diez años, en junio de 2010, Samsung Electronics puso a la venta el primer teléfono inteligente de su serie Galaxy S, que emplea el sistema operativo Android de Google.
Casi la mitad de los ingresos del año pasado procedió de la telefonía móvil y las redes de telecomunicaciones -los smartphone representaron el 95% de las ventas-. En segunda posición, con un un 41% de los ingresos, estaban los microchips de memoria DRAM o la tecnología V-Nand, necesaria para abarcar la explosión de datos que se avecina.
"Los precios de los chips de memoria dan señales de recuperación por la disminución de los excedentes", sostiene Anthea Lai, analista de Bloomberg, "a pesar de la pandemia y las sanciones comerciales de EEUU a Huawei".
Por último, en torno a un 20% de las ventas provino de los televisores, las lavadoras o los frigoríficos.
Llega al Eco30
Samsung Electronics se incorporará el 19 de junio al fondo Tressis Cartera Eco30, asesorado por elEconomista. Los analistas que la siguen llevan cinco años recomendando comprar sus acciones, según el consenso que recoge FactSet.
Si se compara con los mayores fabricantes de equipamiento para las telecomunicaciones, Samsung recibe el segundo mejor consejo de comprar, por detrás de Wingtech, pero por delante de Apple o Nokia, que se acercan a mantener; pero donde más destaca es en lo baratos que se compran sus beneficios en bolsa con respecto a sus rivales.
Sólo por la vía del beneficio, quien invierta en Samsung Electronics recuperará su dinero en 10 años, según el PER estimado para 2021. Esto supone una rebaja del 45% frente a sus competidores -aquellos con una capitalización bursátil superior a los 20.000 millones de euros-, ya que la media es de 18,6 años. En cambio, Qualcomm cotiza a 15,6 veces beneficios; Xiaomi, a 20,9 veces, y Apple, a 23,7.
En un ejercicio tan turbulento como este, se prevé que la empresa surcoreana obtenga un beneficio bruto (ebitda) de 44.630 millones de euros y un beneficio neto de 17.917 millones. Eso es un 12% y un 18% menos de lo estimado en enero. Aun así, ganará un 87% más entre 2019 y 2022, año este último en que podría superar los 30.000 millones.