
China, que en los últimos años ha llegado a representar el 30% del mercado mundial de la automoción, aumentará en este 2020 su importancia global ante el hundimiento del resto por la pandemia de coronavirus, y si ya era clave para los fabricantes, "ahora es crucial", según reconoce José M. Asumendi, analista de JP Morgan. El primer impulso llegó este mismo lunes, tras conocerse que las ventas de vehículos crecieron en el país en mayo, tras 11 meses cayendo. En Europa, la noticia fue celebrada en bolsa por todas las automovilísticas, pero a medio y largo plazo los tres grandes grupos alemanes son los mejor posicionados.
BMW obtuvo en 2019 un 19,7% del total de sus ingresos en China, mientras que Daimler (Mercedes) un 11% y Volkswagen, un 17,2%, pero en toda Asia-Pacífico. Esta exposición y su intención de reforzar su presencia en la segunda economía del mundo -la primera en comenzar a salir de la crisis- les garantiza poder amortiguar mejor que Renault, Fiat Chrysler o PSA (la matriz de Peugeot y Citröen) el desplome de las ventas en Europa, su mercado principal, y en la mayor parte del mundo.
La ya sempiterna crisis del sector europeo de la automoción, acorralado por la transformación de la movilidad hacia un futuro más sostenible y por la irremediable incorporación del coche compartido y autónomo, que implica más conductores/pasajeros pero menos vehículos, suma ahora el shock de demanda por la pandemia de coronavirus, que está dejando a los actores más débiles tocados de muerte.
"BMW está ampliando su capacidad en China, lo que contrasta con la reducción en Europa"
Este contexto ya se refleja en el parqué, desde que el 19 de febrero comenzará el crash de la bolsa europea por el Covid-19, Daimler pierde un 17%, BMW apenas un 15% y Volkswagen un 22%, mientras que, pese al vertical rebote de las últimas semanas, Renault acumula una caída del 33%, Peugeot del 34% y Fiat Chrysler del 34%.
"BMW está ampliando su capacidad en China en aproximadamente 100.000 unidades, lo que contrasta claramente con sus esfuerzos por reducir su fuerza laboral en Europa, en hasta 6.000 trabajadores, así como con la intención de posponer el aumento de las nuevas instalaciones en Hungría", observa el equipo de analistas de JP Morgan.
Apuntes similares que hace en los casos de Daimler, "que busca incrementar su capacidad en 80.000 unidades en el país", y de Volkswagen, del que destaca que en China consigue importantes dividendos, a través de su participación en grupos locales, de 3.000 millones al año, "una fuente de efectivo sólida", según la describen los expertos del banco de inversión, mientras que BMW y Daimler consiguen cerca de 1.000 millones.
Esta estrategia se refleja también en las estimaciones de beneficio. El consenso de analistas que reúne FactSet prevé que en 2021 el beneficio neto de explotación (ebit) de Daimler ya superará en un 11% el que obtuvo en 2019, tras la contracción del 61% de 2020.
El de BMW se quedará a un 19% de 2019 el próximo año y el de Volkswagen a un 23%, tras caer un 49 y un 65%, mientras que el de Fiat Chrysler a un 26%, el de Peugeot a un 33% y el de Renault a un 57%, tras desplomarse un 83, un 61, y un 100% este ejercicio, respectivamente.