Las tensiones entre China y Estados Unidos se incrementan y el paro sube en suelo norteamericano. Todo hace mella en unos índices que, a pesar de todo, se han comportado muy bien desde que comenzó el rebote a finales de marzo tras una de las correcciones más duras en la historia de Wall Street. El Dow Jones cae un 0,41%, hasta los 24.742 puntos; el S&P 500 cede un 0,78%, hasta los 2.948 enteros, y el Nasdaq 100 pierde un 1,13%, hasta situarse en las 9.377,99 unidades.
La pandemia ha servido para avivar el enfrentamiento entre Washington y Pekín -si bien los cánticos suenan más alto desde el lado americano-. La batalla ha llegado a las bolsas de Estados Unidos, donde cotizan algunas de las mayores empresas chinas.
El Senado de Estados Unidos aprobó con un voto unánime el miércoles un proyecto de ley que requerirá que las empresas que recauden capital en los mercados de EEUU certifiquen que "no son propiedad ni están controladas por un gobierno extranjero", escribe el corresponsal de elEconomista José Luis de Haro.
Los futuros norteamericanos han anticipado una sesión bajista para hoy desde primera hora, algo que se ha confirmado al cierre.
La noticia del día ha sido la destrucción de empleo en Estados Unidos. 39 millones de ciudadanos han solicitado el desempleo, una cifra mayor que los 37 millones que lo hicieron durante la Gran Recesión de 2008.
AUn así, tienen una lectura positiva los PMI de mayo. Los primeros datos económicos que se publican apuntan a un fuerte repunte de la actividad en el sector manufacturero y servicios, por encima del consenso del mercado. Sin embargo, los niveles todavía están lejos de una situación expansiva.
Las FAANG, el nombre con el que se engloba a las compañías de mayor tamaño en bolsa de Estados Unidos (Facebook, Amazon, Apple, Netflix, Alphabet y Microsoft), han seguido al alza estos meses y renuevan sus máximos históricos o están muy cerca de hacerlo.
Microsoft, cuya capitalización en bolsa superó por unos instantes los 1,4 billones de dólares, se encuentra a un 2,8% de sus máximos históricos a media sesión: los 188,7 dólares que se anotó el 10 de febrero.
Por su parte, Apple, la segunda firma más valiosa en el parqué estadounidense, se sitúa a un 3,2% de los 327,2 dólares, el mejor nivel que ha alcanzado hasta la fecha y que registró el 12 de febrero, poco antes de que se derrumbasen las bolsas.
Amazon marcó un nuevo máximo el miércoles, pero cae el jueves y se queda a un 2,05% de los 2.497,9 dólares, su último récord. Quien no defraudó fue Facebook, que batió sus máximos el miércoles y repunta este jueves un 0,62%, hasta situarse en los 231 dólares.
Pero las mayores subidas de este jueves se han visto en empresas de moda y distribución minorista. Es el caso de L Brands, propietario de Victoria's Secret (18,25%), Gap (11,25%), Kohl's (7,84%), Tapestry (7,39%), TJX (6,78%) y Ross Stores (6,58%).
Por encima de soportes
Los principales indicadores bursátiles se mantienen distantes de los soportes que, en caso de ceder, pondrían en grave peligro el rebote experimentado desde finales de marzo.
Así lo explica Joan Cabrero, asesor de Ecotrader, el portal de inversión de elEconomista, quien indica que el nivel a vigilar por abajo en el S&P 500 se encuentra en los 2.790 puntos. "No habrá signos de agotamiento alcista" mientras no los pierda, afirma.
Es más, en el caso del tecnológico Nasdaq 100, las resistencias se mantienen muy cerca, en los 9.735 enteros que ya tanteó en la pasada sesión. El S&P 500 también presiona "la importante resistencia de los 3.000 puntos", señala el analista técnico.
Divisas, oro y volatilidad
El temor a que prosigan las infecciones y el enfrentamiento entre Estados Unidos y China "están marcando los movimientos de los mercados y dibujando un escenario de alta incertidumbre al que los inversores se están acostumbrando y ante el que están reaccionando con resiliencia y prudencia", explica Giorgio Semenzato, consejero delegado de Finizens.
En concreto, apunta, "el sentimiento de los inversores de gestión pasiva se mantiene prácticamente inalterado, dado el enfoque largoplacista que caracteriza este tipo de inversiones, aunque algunos están aumentando sus posiciones".
Ante los ascensos en el petróleo y la renta variable, el oro retrocede hoy un 1,6%, hasta caer a la cota de los 1.723,5 dólares por onza. No es que haya perdido atractivo, pues se encuentra cerca de su mejor nivel desde 2012. Sin embargo, le está resultando muy difícil superar los 1.775 dólares por onza, máximos del año que alcanzó hace algunas semanas. La rentabilidad del oro est del 13% desde enero.
Por su parte, el euro permanece en la zona de cambio de 1,096 dólares, retrocede un ligero 0,2% este jueves y se deprecia un 2,3% frente al billete estadounidense en lo que va de año.
"Probablemente, la estabilización de la volatilidad que estamos viviendo estos días está determinada por la prudencia de los inversores a nivel global", continúa Semenzato, pero advierte de que todo dependerá de "la evolución de los indicadores de consumo y producción y de poder disponer de señales más claras sobre el impacto de la desescalada".
La volatilidad que mide el índice Vix de la Bolsa de Chicago, ligado al S&P 500, se mantiene hoy en la zona de los 29 puntos, niveles de finales de febrero. Es este nivel, entre los 27 y los 29 puntos, que le está costando atravesar para acercarse a los 13,68 puntos, mínimos del año.
El 'West Texas' sube por sexto día consecutivo
El precio de los futuros de julio del West Texas ha alcanzado los 33,9 dólares hacia el final de la jornada, lo que supone seis días de subidas ininterrumpidas. Este jueves, sube un 1,1% y reduce las pérdidas acumuladas en lo que va de año al 44,5%. De hecho, desde los 10 dólares por barril que valía el 21 de abril se ha disparado un 238%.
Por su parte, el precio de los futuros del Brent avanza un ligero 0,7% con respecto al miércoles, hasta situarse en la zona de los 36 dólares. En lo que va de ejercicio, el precio del crudo de referencia en Europa cae un 45%.
Según las estimaciones de IHS Markit, los productores de petróleo en Norteamérica habrán recortado alrededor de 2,25 millones de barriles diarios a principios de junio para contrarrestar la caída de precios.
La compañía, que provee análisis de sectores como la energía, apunta que sólo en Estados Unidos el recorte de la producción sería de 1,75 millones de barriles diarios, en su mayoría procedente de los yacimientos de petróleo de esquisto bituminoso (shale), mientras que la parte canadiense procedería de las arenas bituminosas.