Tras los fuertes ascensos vistos en el arranque de la semana, la bolsa europea ya ha apaciguado el ánimo comprador. No obstante, sigue más cerca de superar su próxima resistencia clave que del soporte que ya perdió la semana pasada. En ese sentido, al EuroStoxx 50 le vale un repunte de algo más del 0,8% para batir los 2.927 puntos, mientras que tendría que perder casi un 4% para ceder de nuevo los 2.790 puntos.
Ambos niveles abren dos escenarios distintos: Por un lado, "desde hace días venimos insistiendo en que para hablar de fortaleza y para que se alejen temporalmente los riesgos bajistas lo mínimo exigible es que se superen resistencias de forma general en todos los índices del Viejo Continente", señala Joan Cabrero, asesor de Ecotrader. Algo que solo han conseguido los índices alemán y holandés.
De hecho, las distintas velocidades que se dan en el Viejo Continente quedan reflejadas en sus índices de referencia. El OMX 25 danés ya sube en lo que va de año en torno a un 2,3%. Países Bajos y sus vecinos del norte, Suecia y Noruega, se dejan entre un 12% y un 17% desde el primero de enero, que son entre 5 y 10 puntos porcentuales menos respecto al EuroStoxx 50. Mientras, países como Grecia, Italia y España se han quedado rezagados con desplomes de, al menos, un 27%.
Por otro lado, el otro escenario posible llegará si se pierden los mínimos que marcaron las bolsas europeas la semana pasada, que "entendemos que sería definitivo de cara a favorecer una vuelta a los mínimos del año. Esto último solamente sucederá si Wall Street da su brazo a torcer y pone fin al rebote de las últimas semanas", añade Cabrero.
En la jornada de hoy el mercado estará muy pendiente de Estados Unidos, donde se darán a conocer los inventarios de petróleo en el país y la Reserva Federal publicará sus actas de la reunión que tuvo lugar el pasado 29 de abril, en la que Jerome Powell, presidente de la entidad, pidió a los legisladores estadounidenses que incrementen el gasto público para apoyar a la economía.
En Europa, la propuesta hecha el lunes por Francia y Alemania de un fondo de medio billón de euros de ayudas directas a fondo perdido para las regiones y sectores más afectados no fue bien acogida en el Ecofin por los ministros de Finanzas de Austria, Holanda, Suecia, Finlandia y Dinamarca.
Para intentar ablandar la posición del norte, y asegurarse dar buen uso a los fondos, la iniciativa de París y Berlín señala que los fondos de la recuperación estarán basados "en un claro compromiso de los Estados miembros para seguir políticas económicas sólidas y una agenda de reformas ambiciosa". Es decir, las ayudas vendrán con condiciones.