
Menor número de fusiones y adquisiciones, pero un mayor volumen de dinero movido por ellas. Ese podría ser, a grandes rasgos, el mejor resumen de la evolución del baile corporativo en Europa en lo que ha transcurrido del ejercicio.
Una síntesis que llama mucho la atención atendiendo a la situación contractual que se vive en los últimos meses en el planeta en general y en los mercados en particular y en la que han influido sobremanera la propagación de la Covid-19 y las restrictivas medidas desatadas a frenar su avance.
A pesar de ello, el número de operaciones corporativas no ha notado una severa contracción como cabía esperar en el Viejo Continente. Y para muestra un botón: la fusión de O2 y Virgin Media anunciada la semana pasada. De hecho, en el primer trimestre del año solo se redujeron un 6% respecto a las registradas en el mismo periodo de 2019, que fue inusualmente poco productivo en ese sentido.
Esa mínima corrección, unido al hecho de que las operaciones en los primeros compases del ejercicio fueron de gran calado, ha dado lugar a una fotografía radicalmente opuesta a la que se puede sacar en el resto de áreas geográficas del mundo: el dinero movido por estas operaciones creció en un 40% respecto al primer trimestre de 2019, y en lo que ha transcurrido de año, ya es un 5% superior al mismo periodo de 2019.
Algo que contrasta con lo ocurrido tanto, en EEUU, como en Asia, Oriente Medio, o Latinoamerica, donde la imagen refleja una profunda contracción en esta materia dadas las restricciones y el proteccionismo exacerbado de los Gobiernos.
Desaceleración
El sector de consumo no cíclico y el de telecomunicaciones son los que más han contribuido a esta situación según los datos recogidos desde Bloomberg. Sin embargo, a pesar de este buen inicio de ejercicio en Europa la tendencia empieza a mostrar cierto decrecimiento.
No obstante, tal y como explican desde el EAE Bussines School, hay algunos sectores en los que dada la actual situación, "se esperan cierres y fusiones" como es el caso de las aerolíneas, aseguran, algo que podría favorecer a que se mantenga esta ventaja frente a 2019.
El caso más llamativo es el de Nokia, empresa por la que se han ofertado 20.000 millones de euros
Una opinión que comparten otras fuentes del mercado que ven en estas operaciones una oportunidad para que algunas firmas "ganen tamaño y fortalezcan su situación financiera, principalmente en los sectores más afectados por la crisis".
Eso sí, dada la actual situación habrá que ver si muchas de las propuestas que se han esbozado en los primeros meses del año, antes de la crisis del coronavirus, se llevan finalmente a cabo o no.
El caso más llamativo en este sentido es el de Nokia, empresa por la que se han ofertado 20.000 millones de euros y que se ha convertido en la última gran empresa en las quinielas para ser opada. De confirmarse, se trataría del movimiento más destacado del año en esta materia. Eso sí, hasta que se corrobore, Thyssenkrupp es la gran vencedora del mercado en Europa al vender por 17.200 millones su división de ascensores a un consorcio de inversores encabezados por el estadounidense Advent y el británico Cinven.