
Gestamp ha sido la enésima compañía cotizada en anunciar que cancela su retribución al accionista por las consecuencias derivadas del Covid-19, entre otras medidas. También suspende sus objetivos de cara a 2020, lo que implica reducir "drásticamente" sus inversiones, la búsqueda de nuevas vías de financiación para aumentar liquidez, así como el recorte de los sueldos del presidente, consejero delegado y demás cargos directivos.
"Debido a las circunstancias actuales, no se debe proceder al pago del dividendo complementario previsto para el próximo mes de julio [adicional al abonado en el pasado mes de enero, que ascendió a 0,055 euros brutos por acción] y se procederá, en este sentido, a modificarse la propuesta de aplicación del resultado del ejercicio 2019", reconoce el fabricante de componentes de automoción en un un hecho relevante remitido este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La compañía que preside Francisco Riberas tiene comprometido el reparto de un 30% del beneficio neto desde su salida a bolsa en abril de 2017. La previsión que manejaba el consenso de analistas era el de un segundo pago este verano de 0,065 euros brutos por título, hasta llegar a 0,12 euros con cargo al ejercicio pasado.
Asimismo, Gestamp ha decidido "suspender los objetivos del 2020 anunciados el 27 de febrero", día de la presentación de sus cuentas correspondientes a 2019. La próxima vez será el 18 de mayo, momento en el que dará a conocer sus resultados del primer trimestre del año a cierre de mercado, y estos recogerán el impacto del cierre de sus fábricas ante la extensión del coronavirus.
Las acciones de Gestamp cerraron ayer con una caída del 4,81%, hasta los 2,25 euros por título. En lo que va de año la compañía ha perdido el 47% de su capitalización en el mercado, frente al 36% de pérdidas que asume el sectorial de autos europeo; y un 32% desde que el pasado 24 de febrero estallara la corrección de las bolsas europeas.
China, de vuelta a la normalidad
Gestamp cuenta con 11 planas y dos centros de I+D en China, lo que representa menos del 10% de las 112 plantas productivas con las que cuenta la compañía a nivel global.
Según el documento remitido hoy al regulador, las fábricas que tiene en el país asiático "están volviendo a la normalidad gradualmente (...) con niveles de producción que actualmente están incrementándose en todas nuestras plantas productivas", reconoce la compañía, que además habla de un "satisfactorio desempeño" durante el primer trimestre del año. "Ya en el mes de abril hemos recuperado niveles de actividad cercanos a los previstos en algunas de nuestras plantas en el país", asegura la compañía.
En lo que respecta al grueso de las fábricas en Europa, la compañía no da datos de cuántas se han visto obligadas a parar su producción ante las medidas excepcionales adoptadas por la mayoría de gobiernos, aunque sí habla de un "cierre gradual" de sus plantas productivas desde mediados de marzo y a nivel mundial. "Algunas de nuestras plantas están reanudando operaciones y esperamos una reapertura gradual en la mayoría de ellas en las próximas semanas", sentencia.
Liquidez de 2.000 millones
La posición de liquidez de Gestamp a cierre del primer trimestre del año ascendía a 2.000 millones de euros, "incluyendo la caja, y líneas a crédito [tanto a largo como a corto plazo no dispuestas]", según la compañía. Entre las medidas implementadas en los últimos meses para combatir posibles problemas de liquidez, el fabricante dice haber realizado "extensiones" en sus líneas de crédito, "el aumento de las financiaciones actuales y nuevos préstamos a largo plazo".
Rebaja de sueldo
La dirección de Gestamp ha decidido, además, un recorte de sus salarios para 2020. El presidente ejecutivo, Francisco Riberas, se ha rebajado su sueldo a la mitad, mientras que el consejero delegado, Francisco López Peña, junto al resto del equipo directivo asumirán un caída del 15% de sus retribuciones, según el hecho relevante del fabricante.