El petróleo se sigue acumulando en los tanques de almacenamiento a pasos agigantados. La Agencia de la Energía de EEUU ha publicado un aumento de los inventarios de 19,2 millones de barriles de crudo, un nuevo máximo histórico producto de la ausencia de actividad económica por el confinamiento del coronavirus. Los inventarios comerciales totales si sitúan en los 503 millones de barriles en EEUU. El petróleo, que ya venía cotizando en rojo, profundiza sus caídas tanto en el caso del West Texas como del Brent.
El incremento de los inventarios ha superado las expectativas de los analistas, que preveían un incremento de 11,6 millones de barriles durante la semana.
Estos datos superan a los que se publicaron la semana pasada, que mostraron un incremento de los inventarios superiores a los 15,2 millones de barriles. El récord anunciado hoy supera a esas cifras y las de 2016, cuando Arabia Saudí y la OPEP pusieron en marcha una estrategia para inundar el mercado de petróleo barato para desplazar a los productores de shale oil (petróleo de esquisto) de EEUU y de arenas bituminosas en Canadá, que incurren en mayores costes operativos.