
La pandemia que tuvo como foco la ciudad china de Wuhan no ha tardado en aprovechar la enorme globalización del mundo para expandirse en prácticamente todas las áreas geográficas del mundo, golpeando, eso sí, más certeramente, según los datos oficiales, a los países más desarrollados. No obstante, también se ha extendido por zonas más deprimidas en las que los servicios sanitarios no cuentan con los recursos suficientes para testar y atender los contagios reales que se estén dando.
Quizá esta es una de las razones por la que los mercados emergentes, en general, están aguantando ligeramente mejor el socavón bajista que ha provocado la pandemia en las bolsas de todo el mundo. En este sentido, el índice MSCI que integra valores exclusivamente de los mercados emergentes ha caído un 22,8% desde el pasado 21 de febrero, momento en el que el pánico cristalizó en fuertes ventas en la renta variable, mientras que su homólogo compuesto solo por compañías de las plazas más desarrolladas lo hace en casi un 26%, es decir, hay casi 3 puntos de diferencia entre uno y otro. "Los mercados emergentes dependen del crecimiento y se esperaba este año que la prima de crecimiento económico comience a volver a favorecerlos frente a los países desarrollados, lo que ya no pasará hasta la segunda mitad de 2020 o potencialmente hasta el año que viene", explica James Donald, responsable de mercados emergentes de Lazard AM.
Tampoco se han comportado igual todas las plazas. El ejemplo más claro es China, que apenas ha perdido un 10% en este periodo (aunque todavía está lejos de volver a la normalidad total) mientras que Brasil se ha desplomado más de un 31,5%, siendo, entre las grandes bolsas emergentes, la que peor ha reaccionado a la pandemia. Si bien Brasil se ha encontrado con un segundo viento de cara como ha sido el desplome de los precios de las materias primas, y especialmente del petróleo tras la guerra abierta de precios que han comenzado Rusia y Arabia Saudí y que ha llevado al crudo a mínimos de hace 20 años. "Esto supone un importante desafío para los exportadores de petróleo como Brasil, Colombia, México y Rusia", apunta Donald. No obstante, estos dos últimos países incluso están aguantando el tirón mejor que el resto y se dejan ambas menos de un 20% desde el 21 de febrero.
La otra cara de la moneda, según el experto de Lazard, la protagonizan precisamente aquellos países que se pueden beneficiar de los bajos precios del crudo, "como los de Europa Central y del Este, Indonesia, Filipinas, Turquía y la India, importadores de esta materia y lo cual podría compensar en parte los déficits por cuenta corriente". El Nifty 50, de referencia en India, cae algo más de un 28% mientras que el turco lo hace en cerca de un 21,5% desde la última semana de febrero.
Menor coste de financiación
Otro factor que puede mantener la balanza decantada hacia los mercados emergentes es que muchos de estos países emiten su deuda en dólares, por lo que los tipos de interés de la Reserva Federal son en muchos casos la principal referencia para los costes de financiación de dichos estados y, en este sentido, el que Estados Unidos haya reducido hasta el 0% el precio del dinero abarata también la financiación emergente.
"Los mercados acabarán por encontrar suelo cuando el virus se estabilice teniendo en cuenta los niveles masivos de estímulo monetario y fiscal que se han puesto en marcha, empezando por el mercado asiático, donde ya hay señales alentadoras, expone Fabrice Jacob, CEO de JKCapital, que apunta que "en el high yield asiático ya hemos empezado a ver recompras de bonos y es que en alguna plazas los inversores se ven atraídos por lo que podrían percibir como una oportunidad de compra única en la década".
Pese a esta mejor evolución de la mayoría de los mercados emergentes, en el último mes, según datos recopilados por Barclays, ha habido salidas de capital de los fondos que invierten ahí del 1,2% del total de los activos mientras que a nivel global, la huida de dinero en los últimos 30 días ha sido del 0,8%. En lo que va de año, todavía hay aportaciones netas a nivel global del 1,3% mientras que en los emergentes el balance ya es negativo en 2020.
Una exposición de casi un 23%
La importancia de los mercados emergentes no solo recae en una posibilidad más en el abanico de activos donde el inversor puede guardar su dinero sino que el propio Ibex 35 tiene en estos mercados una parte importante de su negocio. Según los datos de FactSet, el 22,9% de los ingresos del selectivo nacional proceden de este tipo de países, siendo Brasil, con un 7,5%, y México, con un 4,3%, los primeros de la lista.