
No están todos los que son, pero son todos los que están, se podría decir del Índice de Semiconductores (Sox) de Filadelfia, que incluye a los treinta mayores fabricantes y distribuidores de microprocesadores y circuitos integrados. Hace unas semanas el indicador batía récords, pero con el desplome bursátil las compañías del índice ya han perdido más de 200.000 millones de euros en capitalización en el año.
Tras un bache en enero, a mediados de febrero el indicador se situó en niveles históricos. Si bien en esos días de febrero el coronavirus ya campaba a sus anchas por China y paralizaba el país, el Sox alcanzó los 1.958 puntos, algo inaudito.
Sin embargo, el 18 de febrero empezó un derrumbe que ha hecho perder al índice un 30% en lo que va de ejercicio, lo que se traduce en 274.400 millones de euros menos de valor en bolsa para el conjunto de las empresas del índice.
Los valores más castigados
Son cuatro las compañías que han perdido más capitalización en bolsa desde el 31 de diciembre de 2019. La primera de ellas es asiática, Taiwan Semiconductor Manufacturing, que se ha dejado alrededor de 45.000 millones de euros en dos meses y medio. Le siguen dos firmas estadounidenses: Broadcom, que ha perdido cerca de 39.300 millones de tamaño, e Intel, cuyo valor bursátil ha disminuido en torno a 36.720 millones. Por último, está la compañía holandesa ASML, el gran representante europeo del sector, que ha perdido 22.000 millones de capitalización.
En un segundo escalón se encontrarían otras tres norteamericanas: Qualcomm, Texas Instruments y Micron Technology, cuyo tamaño en bolsa se ha reducido en 18.000, 16.500 y alrededor de 15.400 millones desde el inicio del año.
"El mercado de los teléfonos móviles representó el 27% de los ingresos [del sector] de semiconductores en 2019", señalan desde Bloomberg. La caída de las ventas de teléfonos afecta a los fabricantes de microchips, pero también su exposición a Huawei, foco de conflicto entre EEUU y China durante la guerra comercial.
Qualcomm es uno de los habituales proveedores de Apple, como también lo es Taiwan Semiconductor. De hecho, este último es considerado el mayor proveedor de la compañía estadounidense, que hace poco "rebajó su previsión de ingresos por los potenciales efectos adversos del nuevo coronavirus", explicaban unas semanas atrás desde el portal financiero The Motley Fool.