
Cuando una pieza de un engranaje se rompe, todo el sistema se para y deja de funcionar. La crisis del coronavirus ha provocado un descenso inmediato del turismo y los viajes, sobretodo internacionales, que son los que se hacen mayoritariamente por avión.
Con la caída de esa demanda, son las aerolíneas las que han empezado a sufrir un fuerte castigo y, de hecho, su sectorial se ha dejado desde finales de enero (cuando el virus empezó a propagarse fuera de China) más de un 21%, cayendo a mínimos no vistos desde la jornada del Brexit.
La siguiente pieza en fracturarse, lógicamente, son los proveedores de las aerolíneas, principalmente, los fabricantes de aeronaves como es el caso de Airbus, que también puede sufrir un shock en sus pedidos, más allá de que su producción pueda verse también afectada.
De hecho, según Bloomberg, la compañía ya estaría sopesando un recorte en la producción del modelo A330 por la solicitud de algunas aerolíneas de retrasar las entregas a consecuencia del impacto de la pandemia de origen chino.
"La noticia es negativa, aunque entendemos que tendría un carácter temporal", explican desde Banco Sabadell. "Recordamos que en la última presentación de resultados ya anunció una rebaja de la producción de este modelo [de 53 a 40], cuyos pedidos totales solo representan el 4% del total de la compañía", añaden desde el banco catalán.
En consecuencia, los títulos de la francesa se han desplomado más de un 23% desde finales de enero, más acusadamente en las últimas dos semanas, cotizando ya en mínimos de más de un año, cerca ya de los 100 euros por acción.
No obstante, los analistas no han ido recortando la valoración de sus acciones, que se mantiene en los 150 euros por acción de cara a los próximos 12 meses, lo que le deja un potencial alcista de más del 41% desde los niveles actuales.
Otro de los puntos de tensión para Airbus es, sin duda, saber si esta crisis va a pasar factura a los beneficios de la compañía. Esto es algo que, de momento, no está ocurriendo en las mismas proporciones. Según el consenso de analistas que recoge FactSet, la estimación de ganancias para este año solo ha caído un 1,5% desde finales de enero hasta quedarse en 5.416 millones, lo que aún así sería un récord histórico para la empresa gala.
Esto ha permitido que las acciones de Airbus se hayan abaratado considerablemente en los últimos días. En concreto, ha pasado de cotizar a un PER –veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción– de más de 19 veces a hacerlo a uno de 15,8 veces, es decir, que se ha rebajado lo que se paga por sus beneficios de este año un 17,3%.