Para 2030, se espera que el 60% de las personas vivan en áreas urbanas. Un aumento de la población que pondrá en un aprieto al actual sistema de movilidad urbana. La aeronáutica Airbus, que entiende que las industrias aeroespaciales serán claves ante este reto, trabaja en un nuevo tipo de ciudad, bautizada como Airbus Urban Mobility (UAM), donde los rascacielos tienen vertipuertos y las personas y productos se mueven en taxis voladores.
Así serán los vertipuertos

El estudio de arquitectura MVRDV ha sido el encargado por Airbus para estudiar la viabilidad de estas nuevas ciudades donde parte de su movilidad se realiza en vehículos voladores. En concreto, este informe tuvo como objetivo evitar cualquier impacto perjudicial de esta tecnología disruptiva, que puede surgir tan fácilmente cuando se introducen modos de transporte verdaderamente revolucionarios en las ciudades sin una planificación cuidadosa para los escenarios a corto y largo plazo. El resultado de esta investigación, asegura el estudio en comunicado, destaca cómo UAM puede ser accesible y beneficioso para personas de todos los orígenes.
"A medida que las ciudades se vuelven más densas y las tecnologías mejoran, se hace cada vez más claro que la ciudad verdaderamente tridimensional, una que incluye vehículos voladores, es seguramente uno de los modelos de ciudad del futuro ... ¡una ciudad donde mi movilidad está en mi balcón!" dice Winy Maas, socio fundador de MVRDV. "Pero alcanzar este futuro requerirá muchos pequeños pasos. Es un crédito para Airbus que estén pensando en estos temas de antemano, y que lo hagan de una manera que mejore las cosas mientras tanto", añade.
La clave para que este nuevo sistema de transporte vaya hacia delante reside en gran medida en los puertos verticales, centros de aterrizaje que integran la red aérea con el sistema de transporte terrestre existente y futuro. Los resultados de la investigación preveían vertipuertos de varios tipos y tamaños, al igual que las paradas, estaciones y terminales de transporte tradicionales. Sin embargo, a diferencia de las estaciones de hoy en día, la red de vertipuertos no requiere vías, túneles o carreteras intermedias, lo que ahorra energía, recursos naturales y tierra. "Esto permite a los diseñadores adaptar los puertos verticales a una variedad de ubicaciones diferentes, conectando y mejorando los escenarios urbanos existentes con una serie de configuraciones diferentes", explica el estudio de arquitectura.
Además, los vertipuertos han sido diseñados como catalizadores para la mejora urbana al abordar la cuestión de los recursos y el impacto como un paso fundamental en su proceso de integración. Los vertipuertos se consideran no solo como estaciones, sino también como centros de energía renovable, datos y servicios públicos. La investigación también consideró los principios del desarrollo orientado al tránsito, no solo al traer enlaces de transporte aéreo, sino también al integrarse con otras opciones de transporte para servir a los alrededores locales. También en lugares que están subdesarrollados, los vertipuertos se pueden diseñar como centros de oportunidad con instalaciones educativas y de salud, o incubadoras de negocios, por ejemplo, mientras que en áreas fracturadas por infraestructura como carreteras o vías de ferrocarril, un vertipuerto puede servir como un puente que conecta los vecindarios.
Una red madura de vertipuertos podría servir para conectar áreas desfavorecidas de ciudades y áreas remotas sin la necesidad de una infraestructura costosa; podría mejorar enormemente los tiempos de respuesta de emergencias; e incluso podría permitir el "salto tecnológico" en los países en desarrollo, proporcionando una red de tránsito que sea relativamente barata de crear en ciudades que nunca desarrollaron sistemas extensos de metro o tranvía.
Proyecto Vahana
Vahana es un demostrador de vehículos totalmente eléctricos, de un solo asiento y con capacidad de despegue y aterrizaje vertical eléctrico (eVTOL) autopropulsado. En 2018, Vahana completó con éxito su primera prueba de vuelo a gran escala. Y hasta la fecha, Vahana ha realizado más de 80 vuelos.
Esta aeronave utiliza ocho motores eléctricos y una configuración de ala de inclinación en tándem que convierte el vuelo vertical en vuelo hacia adelante. Esta configuración permite que Vahana logre despegar y aterrizar verticalmente. Su velocidad de crucero es de 100 nudos (190 km h), lo que permite tiempos de viaje que son de dos a cuatro veces más rápidos que los automóviles. Además, el vehículo es autopilotado porque está habilitado con sistemas de detección que pueden identificar riesgos aéreos y terrestres.
La gestión del tráfico no tripulado

Airbus UTM (Unmanned Traffic Management) está creando soluciones digitales de gestión del tráfico aéreo para permitir la próxima era de la aviación. A través de esta plataforma, diseña, desarrolla y construye infraestructuras necesarias para permitir que nuevos aviones, incluidos los taxis aéreos y los drones de entrega, ingresen y compartan los cielos. "Nuestra visión es ayudar a dar forma a un futuro en el que haya un enfoque más moderno y escalable para la gestión del tráfico aéreo, uno que respalde de manera segura el rápido crecimiento de vehículos aéreos no tripulados", explica la compañía. Para lograr esta visión del futuro, esta sección de Airbus trabaja en varios campos:
1. Desarrollar soluciones digitales de gestión del tráfico aéreo para permitir la próxima era de la aviación.
2. Determinar la arquitectura más segura y efectiva para la gestión del tráfico no tripulado a través de la investigación, la simulación y la colaboración de la industria, y el despliegue de productos
3. Aprovechar la historia de décadas de excelencia tecnológica de Airbus en aviación y ampliar las relaciones ya establecidas con las organizaciones reguladoras y de la industria críticas para implementar con éxito un marco integral de gestión de tráfico no tripulado
4. Colaborar con los reguladores, fabricantes, proveedores de servicios y consumidores para establecer una comprensión común del espacio aéreo del mañana.
5. Ofrecer un servicio de consultoría para ayudar a los interesados a evaluar prácticas seguras, comprender el uso actual del espacio aéreo y analizar el riesgo.