
Vértigo. Eso es lo que parece que ha sentido el mercado cuando ha visto la posibilidad de alargar, mucho más si cabe, las alzas que ya se venían cosechando desde el año pasado. En medio de la gran vorágine formada por la evolución y expansión del coronavirus, las bolsas de ambos lados del Atlántico -y las chinas también- mantuvieron la calma, recuperando los niveles previos al inicio de esta crisis, hace ya casi un mes.
Y la semana no pudo comenzar mejor. Con el anuncio de que el Banco Central de China iba a apoyar la economía con una bajada de tipos, las bolsas se auparon por encima de los anteriores máximos. De hecho, en la sesión del lunes, el Ibex 35 consiguió superar, por sexagésimo cuarta vez, la cota de los 10.000 puntos mientras que la versión con dividendos, alcanzó nuevos altos nunca antes vistos.

Sin embargo, la incertidumbre sobre cómo será el impacto económico definitivo, tanto para la economía china como para el resto del mundo, del Covid-19 (que es el nombre técnico del coronavirus) volvió a pesar sobre las bolsas, que finalmente han cerrado la semana con un balance negativo que ha superado el punto porcentual.
Europa consumirá tiempo
Pese a que las primeras resistencias del Euro-Stoxx se llegaron a batir, "aún era pronto para lanzar las campanas al vuelo", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. "No hay que descartar la posibilidad de que podamos ver una nueva fase de consolidación, similar a la que vimos hace tres semanas, antes de volver a atacar máximos", añade el experto.
"Aún hay que esperar antes de que las bolsas europeas estén preparadas para batir de manera contundente resistencias clave, como son los altos de 2015 en el EuroStoxx 50, y desarrollen una subida hacia objetivos que manejamos en la zona de los 15.000 enteros del Dax 30 alemán, lo que desde niveles actuales supondría todavía una revalorización adicional del 8-10%", continúa Cabrero.
¿Y qué debe pasar para volver a confiar en este rebote? Joan Cabrero señala que los detalles son importantes y que todos los índices tienen que acompañar: "El Dax Net Return debe superar los máximos históricos que marcó el año 2018, en los 1.250 puntos, y el Cac 40 debe ser capaz también de conseguir nuevos máximos". A corto plazo, "aún se podría ver una nueva fase de consolidación o corrección, que podría ser similar a la que vimos hace tres semanas, y es por eso que no sorprendería que el Ibex 35 desarrollara una vuelta atrás a la zona de antigua resistencia, ahora soporte, de los 9.700-9.800 puntos", concluye el experto.
Repsol y Telefónica
Esta semana comenzó con la superación de los 10.000 puntos del Ibex 35, que posteriormente se perdieron, y siguió con algunos de los resultados empresariales más importantes del mercado español, como son los de Repsol y Telefónica.
En ambos casos, los inversores han reaccionado a los números de estas empresas con fuertes ventas, que han dejado estos dos valores entre los más bajistas del índice de referencia nacional esta semana, lastrando al propio índice por su gran peso en el mismo.
No obstante, la compañía que más ha caído desde la sesión del lunes ha sido ArcelorMittal, que ha cedido más de un 6,5% ante las peores perspectivas de demanda en China (por la crisis del coronavirus) y una recogida de beneficios tras los fuertes ascensos de las últimas semanas. Por contra, Grifols, las utilities, y Cellnex son las que se han impuesto como ganadoras de una semana en la que los títulos de Acciona se han elevado casi un 7% tras una mejora de recomendación de RBC.
El oro hace nuevos máximos
En el resto de mercados, lo más destacado ha sido asistir a un nuevo rebote del oro, que se anota en torno a un 3,7% en su mejor semana desde junio y ya cotiza en la zona de los 1.641 dólares por onza, máximos no vistos desde comienzos de 2013. El petróleo, por su parte, ha firmado su segunda semana de recuperación ascendiendo un 1,8% desde el lunes hasta los 58 dólares por barril de Brent.
Por último, en los intercambios de divisas, el euro ha llegado incluso a perder los 1,08 dólares para luego recuperarlos gracias al peor dato IHS de actividad desde 2013 en Estados Unidos.