Bolsa, mercados y cotizaciones

A la espera de China, los fertilizantes de Nutrien siguen baratos

  • Pekín aún tiene que firmar el contrato de compra de productos agrícolas
  • El aumento de las plantaciones de cultivos en EEUU podría impulsar la demanda
  • Los beneficios de Nutrien cotizan con un descuento del 51% frente al sector
Planta de producción de fosfatos de Nutrien en Joplin, Misuri, EEUU.

Wuhan, epicentro mundial del coronavirus, es la capital de la región de Hubei, que produce en torno al 60% de la producción china de fosfatos. Y el parón de la producción por las vacaciones del Año Nuevo lunar y el brote del virus podrían haber beneficiado a competidores internacionales, como Mosaic o Nutrien, valor del fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30.

Los fosfatos son uno de los tres fertilizantes principales que produce Nutrien, y representaron alrededor de un 8% de los ingresos que la compañía canadiense declaró en 2018. La firma canadiense sufrió el lunes una caída notable en bolsa, del 3,5%, después de que uno de los analistas de Citi le quitase la recomendación de comprar, algo que también hizo con sus rivales del sector CF Industries y Mosaic.

"Las empresas de fertilizantes son materias primas puras y se están viendo afectadas por el exceso de oferta", subraya P.J. Juvekar en declaraciones recogidas por Bloomberg. No sólo se refiere al cierre reciente de las minas en China, sino a los excedentes acumulados por la elevada inversión de años anteriores.

"Los fertilizantes parecen estar saliendo de una depresión, con el precio recuperándose un poco desde los mínimos de 2017 y se espera que se estabilice en los niveles actuales", sostiene el analista Gene Chan, en el portal Seeking Akpha.

Además de la acumulación de reservas por parte de China en los últimos años, lo cual ha hecho que importe menos del exterior, el impacto del coronavirus "parece negativo" para la demanda en el país, como señala el experto de Citi, quien ve "probable" que "vuelva pronto a reducirse la capacidad de producción de fosfato y potasa", lo que limitaría cualquier impulso a los precios. De hecho, Nutrien mantendrá cerrada una de sus minas de potasa en Saskatchewan, Canadá, hasta finales de febrero.

"Es probable que la recuperación de la demanda no aparecerá en el primer trimestre de 2020 y es más probable que lo haga la última mitad del año", explican desde Bloomberg Intelligence. Habrá que esperar a que China firme el contrato de compra de fertilizantes fabricados en América al que se comprometió con Estados Unidos en la primera fase del acuerdo comercial.

Pero también habrá que esperar a la primavera, época en la que se usan más fertilizantes para protegerlas. Después de un 2019 de intensas lluvias en el campo estadounidense, los agricultores se preparan para plantar la mayor cantidad de hectáreas en al menos siete años para aprovechar la subida en el precio del grano.

Sin embargo, las valoraciones de Nutrien y el sector seguirán siendo bajas. La firma cotiza con un descuento del 51% frente al sector. El multiplicador de beneficios que incluye la deuda (ev/ebitda) se estima en las 7,8 veces, por debajo de las 11,8 veces de media de la industria, de la que también forman parte Dow o BASF.

Si bien todavía recibe un consejo general de comprar, según el consenso de mercado que recoge FactSet, lo cierto es que se ha deteriorado ligeramente desde finales de enero.

La acción de Nutrien pierde algo más de un 14% en bolsa en lo que va de ejercicio y se sitúa en la zona de los 41 dólares. Es su nivel más bajo desde 2018, año en que empezó a cotizar tras la fusión de dos empresas: PotashCorp y Agrium. Su máximo histórico lo alcanzó el 8 de octubre de 2018 en el nivel de los 58,68 dólares.

Para los próximos años, se prevé que el beneficio operativo (ebitda) crezca un 46%, al pasar de los 3.270 millones de euros que ganó en 2018 a los 4.792 millones que el consenso de analistas espera en 2022.

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