
Cádiz era una ventana abierta a las ideas de la Ilustración hace 300 años. La razón frente a la ignorancia, lo universal sobre lo nacional. El caldo de cultivo fue el comercio con América y el trasiego de marinos, ingenieros, científicos y aprendices que albergaban las escuelas navales, como Jorge Juan y Santacilia. | Todo sobre el fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30.
En 1750, el sabio español tuvo que escapar a toda prisa de Londres, donde espiaba para Fernando VI, pero se dice que logró que 50 técnicos ingleses huyeran con él a construir barcos invencibles. Quería a los ingenieros más avanzados de su tiempo y convertir los astilleros de Cartagena, Cádiz, El Ferrol y La Habana en pilares del dominio hispano de los mares.
Y es curioso que siglos después, el astillero gaditano acoja para su reparación a los buques de Royal Caribbean, valor del fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30, y una de las tres mayores firmas de cruceros del mundo.
Si el año pasado llegó a Navantia el Mariner of the Seas, cuya reforma costó 73 millones de euros, según cuentan en La Voz de Cádiz, en 2015 pasó por allí el Anthem of the Seas, el último quebradero de cabeza para la compañía naviera.
Las acciones de Royal se han desplomado un 18% desde el 17 de enero, cuando el brote de coronavirus apretó el acelerador. Hace unos días, cuatro pasajeros chinos a bordo del Anthem presentaron fiebre y cundió el miedo, aunque tras pasar por un hospital en EEUU se les dio el alta, dando un respiro a Royal en el parqué.
Pero el sector sigue agitado, sobre todo con más de 130 pasajeros de un barco propiedad de Carnival -uno de los competidores de Royal-, diagnosticados con el virus y recluídos en Japón.
A pesar de la incertidumbre, la recomendación de comprar que recibe la acción de la compañía estadounidense no se ha deteriorado. De hecho, permanece estable desde hace tres años, según el consenso de mercado que recoge FactSet.
Sin embargo, desde CFRA, firma independiente de análisis, cambiaron el consejo de comprar por el de vender por los riesgos que plantea el coronavirus y las restricciones del Congreso de EEUU a los viajes a Cuba -por la Ley Helms-Burton-.

Royal Caribbean publicó la semana pasada sus previsiones para 2020, pero no incluyó el impacto del virus en sus cuentas; si bien fuentes de la empresa habrían hablado de un impacto de 50 millones de dólares por las cancelaciones, lo que supone el 2,5% de los ingresos medios de un trimestre, según Bloomberg.
El año ha comenzado con una demanda fuerte en Europa y EEUU, pero los resultados del primer trimestre podrían quedar tocados por varios frentes: además del virus, los incendios en Australia, las protestas en Hong Kong y la tensión bélica en Oriente Medio.
El beneficio operativo (ebitda) de Royal rozó los 3.000 millones de euros en 2019, pero se prevé que los supere este año y crezca un 40% entre 2019-2022. Royal Caribbean, Carnival y Norwegian se reparten el 75% del mercado de los cruceros y las tres cotizan con múltiplos inferiores a las diez veces, siendo los de Royal algo superiores, de 9,6 veces.