Bolsa, mercados y cotizaciones

El 1,25% de Italia es la última 'isla pirata' de rentabilidad en la deuda de la eurozona

El riesgo en Italia son unas nuevas elecciones.
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El papel comprador del BCE y la posición de Alemania como prestamista de última instancia han estrechado los diferenciales del mercado de deuda de la eurozona, donde la ingobernabilidad de Italia es paradójicamente el único riesgo que permite arañar un interés atractivo.

Lo visto los últimos días en el mercado de deuda es la enésima prueba de que las incertidumbres políticas internas de cada país de la eurozona cada vez son menos relevantes para los inversores. En el plena crisis de Gobierno en Italia, ¿cuáles han sido los bonos que más se han comprado? Precisamente los del país transalpino. El riesgo se ha mutualizado por el papel comprador del BCE y porque Alemania ha aceptado "que es el prestamista de última instancia", recuerda Miguel Otero, del Real Instituto Elcano. Y mientras este contexto no cambie hay que asumir diferenciales mucho más estrechos que los que dictaría la lógica ante ciertas situaciones de inestabilidad o ante los desequilibrios estructurales de los cuadros macroeconómicos de algunas de las principales economías del club comunitario, como la propia Italia o España.

"Hay tal liquidez por las políticas del BCE que la búsqueda de rentabilidad es la fuerza dominante", continúa el investigador. Entre las últimas islas de interés, se encuentra efectivamente Italia –a su bono a 10 años apenas se le exige un 1,23%– pero la amenaza de que en unas nuevas elecciones presidenciales el lobo ahora disfrazado de cordero, el utraderechista y euroescéptico Matteo Salvini, vuelva a alcanzar el Gobierno, "es un riesgo superior al de otros periféricos", advierte Tomás García-Purriños, estratega de Morabanc AM, quien comenta que el hecho de que su deuda ofrezca más rentabilidad "no implica por sí mismo que sea una oportunidad: esta situación podría ir a peor y los tipos repuntar más y provocar por tanto un impacto negativo en las carteras".

"Es cierto que Italia sigue siendo uno de los pocos bonos europeos que dan algo de rendimiento aunque la pregunta se podría formular de manera contraria: si tiene sentido que esté a unos niveles de interés tan bajos teniendo en cuenta el perfil de riesgo del país", coincide Ángel Talavera, investigador de Oxford Economics.

En el caso de España, a cuyo bono de referencias se le exige cerca de un 0,4% y cuya prima de riesgo -el diferencial con el Bund alemán- se ha estabilizado entre los 60 y los 70 puntos básicos, la formación de Gobierno fue suficiente para recuperar su mejor posición respecto a Portugal, que había perdido durante los meses de incertidumbre electoral. "La estabilidad política en España (como lo fue en Portugal) sería una noticia positiva", reconoce Tomás García-Purriños.

"Era difícil de justificar basándose en los fundamentales, así que en este sentido creo que lo ocurrido es más bien una vuelta a una situación más normal", admite Ángel Talavera. "Parece ser que los compradores de la deuda española a 10 años creen que la agitación continuada derivada de la crisis catalana no es tan urgente como los problemas a los que han de hacer frente Grecia e Italia", recalca el equipo de analistas de Legg Mason.

El tortuoso camino hacia unos presupuestos

Cuan tortuoso sea el camino hacia la aprobación de los presupuestos generales será clave para entender la evolución del bono español en los próximos meses, pero mientras el BCE no cambie sus intenciones, solo una salida de tono mayúscula del ala más a la izquierda del Gobierno de coalición -"en la línea del Podemos de hace 5 años que pedía una auditoría a la deuda", según reflexiona Miguel Otero- impactará notablemente en su rentabilidad.

La de Francia es una situación especial. "Con las concesiones que ha hecho el presidente Emmanuel Macron a las protestas de los chalecos amarillos y pese al incremento del gasto público que conllevan, la reacción del mercado es inexistente", comenta Enrique Lluva, de Imantia Capital. "El tema para mí que hace al bono francés particularmente interesante es el hecho de que al mercado y a las agencias de calificación no parecen importarles en absoluto que sus números de déficit y deuda estén constantemente entre los peores de Europa, mientras a otros países se les penaliza mucho más severamente las desviaciones fiscales", insiste Ángel Talavera.

En diciembre, el secretario general del Tesoro, Carlos San Basilio, sacó a España de la comparación habitual con Italia o Portugal y la elevó a la división de Francia o Bélgica, al considerar que la prima de riesgo "se acercará al de estos dos emisores". La condición de que recorte los 40 puntos básicos de brecha son unos Presupuestos que no asusten a la Comisión Europea.

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