
Con un BCE en calma y la economía de la zona euro mejorando, los expertos esperan que los bonos soberanos europeos sigan cayendo en precio durante los próximos meses. Si el Bund alcanza el 0,2% al que esperan que llegue algunos analistas, las pérdidas para el inversor alcanzarán el 5%.
Las colocaciones de deuda en euros en el arranque de 2020 superan ya los 200.000 millones, un récord histórico para tan corto plazo de tiempo -en 2019 esa misma cifra se alcanzó una semana después-, con Irlanda, Italia o España, en el plano de los bonos soberanos, y los bancos, en el de los corporativos, copando buena parte de las emisiones, según los datos recogidos por Bloomberg. A primera vista, pareciera que se teme que los actuales costes de financiación en mínimos tengan los días contados y que lo que está por venir es un incremento del interés que se exige a la deuda de la eurozona y, por tanto, una caída de los precios.
No es un análisis precipitado: los últimos indicadores adelantados -PMIs, encuestas de sentimiento o índices de sorpresas económicas- "descartan casi por completo que la desaceleración del crecimiento se profundice y acabe en una recesión", según admite Miguel Otero, investigador principal del Real Instituto Elcano. Y esto apunta a una menor aversión al riesgo en mercado, como también lo hacen la tregua en la guerra comercial entre Estados Unidos y China o los pasos hacia un acuerdo sobre el Brexit. Un contexto en el que las pérdidas de los bonos de referencia podrían alcanzar el 3% si el Bund alemán vuelve a cotizar con un 0% de rentabilidad, y del 4,9% si el interés vuelve a terreno positivo y conquista el 0,2% hasta donde se marchan las previsiones más extremas. En el bono español las pérdidas alcanzarán el 4% si al título con vencimiento a 10 años pasa de exigírsele un 0,36% a un 0,8%, la previsión más alta de rentabilidad que contemplan los expertos que recoge Bloomberg para 2020.
Perspectivas
Desde los mínimos de rentabilidad que se vieron en la deuda europea, a mediados de agosto del año pasado en la mayor parte de los casos, el Bund ha dejado pérdidas a los inversores del 3,7%, mientras el bono español lo ha hecho por un 2,9%.
Esta tendencia bajista en el mercado de deuda podría continuar si las perspectivas macro de los expertos, que apuntan a una recuperación continuada del crecimiento, se cumplen. En el mercado de deuda, sobrecalentado por los estímulos en los últimos años, se enfrenta a un metafórico juego del ahorcado y el Banco Central Europeo (BCE) es clave para su desenlace, sobre todo en la dimensión temporal. "Podemos ver perfectamente el bono alemán en 0% en los próximos meses sencillamente con un mensaje que no tensione por parte de la institución que preside Christine Lagarde", explica Enrique Lluva, responsable de renta fija de Imantia Capital, quien considera que solo con insinuar un abandono de las políticas monetarias acomodaticias que se han adoptado hasta ahora y centrarse en que los Gobiernos apliquen estímulos fiscales "mandaría al Bund incluso al 0,20%". Y es que según explica Lluva, "el Bund alemán, ahora mismo prácticamente sólo lo compra el Banco Central Europeo", y destaca cómo, "siempre y cuando las negociaciones comerciales vayan bien, estaría en consonancia con que el bono alemán vaya descomprimiendo. Si en junio el BCE no ha dicho nada nuevo sobre las compras, el mercado empezará a especular con el fin del QE. Eso empujaría las rentabilidades del bono alemán al alza", explica.
"El movimiento visto desde verano en los bonos de gobierno alemanes se enmarca dentro de un proceso de normalización y rebaja de las expectativas de políticas monetarias expansivas adicionales, sobre todo por la reducción de las tensiones geopolíticas, así como una ligera mejora de los indicadores económicos adelantados", destaca Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G, quien contempla que el bono alemán continúe con las ventas, eso sí, sin dispararse mucho más allá del 0% de rentabilidad. "Si continúan las negociaciones comerciales sin muchas disputas y los datos macroeconómicos confirman la mejoría que vienen mostrando, podríamos tener continuidad en el repunte de las rentabilidades que empezó en agosto. Dicho esto, no creemos que la rentabilidad del Bund se vaya mucho más allá del 0% en el corto plazo, ante la ausencia de presiones inflacionistas y las dificultades para aplicar políticas fiscales de calado".
Queda claro que los expertos descartan subidas por precio para la renta fija europea, salvo sorpresas desagradables que pudiese dar la macro, pero no hay tanto consenso en cuanto al nivel que podría alcanzar el título alemán durante el año. "En nuestro escenario base, esperamos que las rentabilidades se mantengan en el entorno actual. En este caso, esperamos que los datos relacionados con el ciclo económico se estabilicen, pero que el crecimiento se quede por debajo de su potencial. Según las valoraciones de los bonos, las rentabilidades probablemente irán subiendo de forma moderada desde el entorno actual, quizá hasta alcanzar el 0%", explica Stefan Hofrichter, responsable de estrategia y economía global de Allianz Global Investors.
Esta opinión coincide con la de Annalisa Piazza, analista de renta fija en MFS Investment Management: "A menos que la economía y la inflación de la zona euro sufra otro shock externo, anticipamos que las rentabilidades de los bonos alemanes a 10 años convergerán hacia el 0% a finales del año", destaca la analista.
El 'termómetro' del miedo
El bono alemán es uno de los activos refugio a los que acuden los inversores cuando la situación económica empeora, o aparecen focos de inestabilidad política que amenaza a la economía. "El Bund es hoy por hoy uno de los mejores termómetros del miedo a las crisis de todo tipo: cualquier acontecimiento, como la reciente crisis sanitaria en China, es motivo para comprarlo", explica José María Lecube, director de renta fija de Dunas Capital. El experto considera que "a lo largo del año se situará por encima de los niveles actuales, con bastantes probabilidades de volver al terreno positivo", y señala cómo "el bono alemán en terreno tan negativo como lo hemos visto en 2019 no beneficia a nadie, ni siquiera a la propia Alemania", lo que le lleva a pensar que, "tanto el BCE como el Gobierno Federal no lo van a favorecer. Por otro lado, parece que la economía europea y la alemana en particular están encontrando una cierta senda de estabilidad que probablemente tenga continuidad en los próximos trimestres, lo que no justifica ver de nuevo al Bund camino del -1%", explica.
Desde Flossbach Von Storch consideran una buena noticia que "todavía pasará mucho tiempo antes de que se produzca una subida sostenida de los tipos de interés, o incluso un cambio de tendencia como el que muchos participantes del mercado esperaban hasta hace no mucho". No obstante, continúan, "teniendo en cuenta el bajísimo nivel actual de los tipos de interés y las primas de riesgo, sí cabe la posibilidad de que se produzcan correcciones al alza", destacan, y avisan del peligro que supone esta corrección: "Puede hacer mucho daño. Si la rentabilidad de los bonos soberanos alemanes suben, un punto porcentual al año, desde el -0,30% actual hasta el 0,70%, los inversores perderían más del 10% del valor de mercado del título. Así pues, en el entorno actual, las carteras de bonos pueden verse amenazadas aún cuando no se produzca un cambio de tendencia en los tipos de interés".