
El destino de Luis Morgado y José Ruiz, que gestionan una sicav con alma value que acoge a unos 200 accionistas, se cruzó gracias a uno de los padres de azValor. Fue Álvaro Guzmán, que también impulsó a True Value, quien los presentó. Luis, dedicado durante más de 24 años a los mercados financieros, conoció a Guzmán a través de una afición común, la de montar a caballo. A él le contó que quería dar el salto a la gestión y, en concreto, a la gestión valor. Fue Guzmán quien le puso en contacto con Luis, uno de sus alumnos del IEB que había enfocado su carrera al análisis de empresas. El resultado de este maridaje es CIMA Global Value, una sicav con espíritu contrarian, en pie desde 2015, y con 16 millones bajo gestión, en la que ambos invierten todo su patrimonio financiero.
La liquidez de la cartera es elevada, ¿por qué?
Luis Morgado (L.M.): Sí, ronda el 22%. Nos gusta tener ese margen amplio para tener munición para entrar cuando queremos realmente. No tenemos la presión que tienen otros fondos value de renta variable. Ellos tienen por folleto estar invertidos al 75-80%, mínimo.
¿Tienen ya la cartera que quieren?
L.M.: Seguimos en ello. Lo ideal sería tener 20-25 valores, con un grado de diversificación suficiente para no caer en excesivos riesgos. Ahora tenemos 40, pero en las diez primeras posiciones se concentra el 60% de la cartera.
¿Qué condiciones ponen para invertir en un valor?
José Ruiz (J.R.): Buscamos negocios que comprendamos, analizamos sus perspectivas a largo plazo y ponemos el foco en la disciplina financiera. No miramos solo ratios de deuda, analizamos la vida de la compañía para ver en momentos malos qué beneficio tuvo así como su deuda, para estar seguros de que un instante malo no se la llevará por delante. También valoramos el equipo directivo.
L.M.: Es el caladero de empresas en el que nos movemos. Luego debe tener el margen de seguridad suficiente para poder entrar, en base a nuestro objetivo de rentabilidad.
"Nos gustan sectores y empresas que están en momentos de ciclo bajo"
¿De qué margen se trata?
L.M.:Depende de la calidad, pero siempre exigimos doble dígito anualizado.
¿Dónde ven potencial?
L.M.: Nos gustan sectores y empresas que están en momentos de ciclo bajo. Vemos castigado al sector papel e invertimos en Semapa y Ence.
J.R.: Lo defensivo está muy caro y lo expuesto al ciclo muy barato. Nos gusta donde hay más negatividad ya incluida en el precio, que donde todo es positivo. La disparidad tiende a corregirse. Nos ha pasado con una opa sobre Elegant Hotel Group, que está en un sector que se ha comportado mal y, sin embargo, llega Marriott, que se puede financiar al 2,5% a diez años, y compra la cadena hotelera por un 50% de lo que valen los activos. Nos da luz de que por mucho que la gente esté negativa, cuando hay algo con descuento se compra. Tras ello, el mercado nos dio la opción de entrar en Meliá.
L.M.: Meliá cotiza a la mitad de su valor en libros. Luego está el negocio de gestión, valorado aparte, que te lo regalan.
¿Cuál es la tesis en Ence?
J.R.: La tesis tiene dos patas. La demanda de pulpa crecerá en el mundo porque, quitando la parte de impresión, que es un 20%, el otro 80 no deja de crecer porque es packaging y tissue, que es el 50% de la pulpa en el mundo. Estos productos se mantienen en Europa y crecen en emergentes al 2-3%, al mismo ritmo que el PIB mundial desde hace 25 años. Y por otro, no hay mucha oferta nueva en el mercado de pulpa. Respecto al tema legal, creemos que se solucionará como mínimo con que siga hasta 2033 y cumpla los 75 años máximos.
"Lo que hace que un error sea irreversible muchas veces es la deuda"
L.M.: Para nosotros vale el doble de lo que está ahora.
¿Comprar compañías 'defenestradas' les ha dado sustos?
L.M.: Sí, la pregunta es qué haces si una cae un 50%. Debes analizar si hubo un error o si comprarías más. Buscamos esas compañías en las que queremos comprar más.
J.R.: Un ejemplo fue Safestyle, una compañía inglesa de instalación de puertas y ventanas de pvc en el mercado inglés. Fue algo poco habitual: un antiguo fundador de la compañía, que había salido de ella en la OPV, estimó que le habían engañado porque le dieron un euro por acción y valía 3,5. Creó una empresa paralela y, usando información interna, hizo una guerra desleal que no tenía como incentivo ganar dinero sino hacer daño. Dentro del error, la compañía no tenía deuda y no ha quebrado. Al final lo que hace que un error sea irreversible muchas veces es la deuda.
¿Se exponen a materias primas?
J.R.: Tenemos algo de petróleo, oro y cobre. Algunas inversiones en mineras de oro y plata, que están englobadas en un seguro respecto a las barbaridades monetarias que se están cometiendo. Nunca más del 10% de la cartera.