
Meliá contrataca con el anuncio de una recompra de acciones del 3,7% de su capital, cuando parecía inevitable que sus acciones reeditaran nuevos mínimos de los últimos seis años, tras quedarse el pasado 18 de octubre a un 1% del suelo que registraron en agosto, en los 6,93 euros. Los títulos del grupo hotelero llegaron a subir un 6% este lunes, tras anunciarse la operación, con la que se ha comprometido a adquirir 8,5 millones de acciones, por un importe máximo de 60 millones de euros, hasta el 4 de junio de 2020.
La compañía de la familia Escarrer se defiende así del ataque bajista que sufre desde hace meses y que le ha llevado a corregir alrededor de un 50% desde los máximos de la última década que conquistó en 2017, cerca de los 14 euros, por la amenaza de un Brexit duro que afecte a su principal cliente, el turista británico -cerca del 15% del total-; por el impacto de la presión que Estados Unidos está ejerciendo sobre Cuba y las empresas presentes en el país desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca -"pasará de aportar 15 millones de ebitda (beneficio bruto) en 2017 a la tercera parte este 2019", según advierte Deutsche Bank-; por la desaceleración del crecimiento económico a nivel global que pone en valor la competitividad de los destinos comparables del Norte de África frente a Canarias -8% de las ganancias-; y por el efecto de la violencia vista en Cataluña en los últimos días en su negocio en la región -4% del beneficio-.
"Básicamente es un mensaje de confianza, pues creemos mucho en el potencial de Meliá y en el recorrido a medio plazo de nuestro negocio, aunque está muy infravalorado debido a razones coyunturales y no estructurales", inciden desde la propia compañía, desde donde reconocen que, además, "los accionistas se verán premiados con una remuneración adicional al dividendo". El pago previsto para 2020 renta actualmente un 2,55%.
Meliá: "Básicamente es un mensaje de confianza, pues creemos mucho en nuestro potencial y en el recorrido a medio plazo del negocio, aunque está muy infravalorado debido a razones coyunturales y no estructurales"
"Meliá cuenta con margen financiero suficiente para llevar a cabo la recompra", admite el equipo de analistas de Renta 4, que recuerda que la deuda del grupo hotelero se situó "en 586 millones de euros en junio de 2019, 1,3 veces el ebitda estimado para este año". La firma de inversión prevé, además, que este apalancamiento caiga a finales de año hasta las 1,2 veces las ganancias brutas, "muy por debajo del objetivo del grupo".
La euforia inicial en bolsa por la operación de recompra se difuminó con el transcurso de la sesión- hasta quedarse en una subida de 2,57%, muestra de que muchos inversores aprovecharon el súbito rebote para vender. Sin duda, el clima no es el mejor para Meliá y a pesar del castigo y del importante descuento que presenta según su múltiplo de beneficios (PER), firmas de inversión como BBVA le niegan recorrido al alza a sus acciones. La media de los analistas que siguen su cotización conserva todavía el optimismo y le da un potencial del 36%.
La 'joya' del Caribe es un 'infierno'
El endurecimiento del embargo a Cuba por parte de Estados Unidos y la estrategia de atacar a las empresas implantadas en la isla del Caribe ha ahuyentado a los inversores institucionales norteamericanos, que prácticamente han desaparecido del capital de la compañía de la familia Escarrer, "tras llegar a suponer más de un 10%", según destacan fuentes del sector. Respecto al negocio, la gestión de hoteles en Cuba llegó a representar más de un 10% del ebitda.