
El acuerdo para un Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos marcó el final de la sesión bursátil del martes, con un selectivo español que cerró en negativo tras la noticia. Uno de los grandes afectados fue BME, cuya acción cayó el martes un 4,67%, hasta los 24,9 euros. Se trata de la mayor caída desde que descontó el dividendo el pasado 11 de septiembre y borra así todo lo ganado desde que la semana pasada la agencia de noticias Bloomberg asegurara que EuroNext -dueña de la bolsa de Ámsterdam, Bruselas, París y Lisboa- estaría interesada en una operación corporativa. En todo caso, es el Estado quien tendría la última palabra, ya que cuenta con una suerte de acción de oro que le permite vetar toda oferta que afecte a un sector estratégico.
Los inversores castigaron al gestor nacional ante la posibilidad de que el nuevo gobierno de izquierdas apruebe, finalmente, la denominada Tasa Tobin que está incluida en el programa del Partido Socialista. ¿En qué consiste? Es un impuesto a las transacciones financieras, que grava con un 0,2% las operaciones en los mercados de valores en compañías cotizadas con una capitalización superior a los 1.000 millones de euros.
Hace año y medio que la ITF -por sus siglas en inglés- entró en campaña de la mano del PSOE. Se trata de una medida que se ha planteado desde hace años en términos europeos, pero nunca se ha alcanzado un acuerdo. El objetivo de que la tasa se implementase en el conjunto de la zona euro busca que no se produzca una deslocalización de las inversiones hacia otros países donde no la tuvieran.
El Departamento de Análisis de Bankinter recuerda que en aquellos países donde sí existe esta tasa ha provocado "caídas de volúmenes de entre el 10% y el 15%". De llevarse a cabo por el nuevo Ejecutivo, "la tasa afectaría al 73% del volumen negociado en las bolsas españolas que se concentra en los valores de alta capitalización", aseguran desde Renta 4, que es a quienes afectaría el impuesto.
Natalia Aguirre, directora de Análisis de la entidad, sostiene que esta medida tendría un impacto constante en su beneficio durante todos los años que durase. Y, además, no llega en un buen momento para el gestor con una caída de los volúmenes en el año que se prevé superior al 20%. Hasta antes de que volviera al debate la ITF, Aguirre planteaba una recuperación anual del 2% de los volúmenes de negociación a partir de 2020. Está en juego cumplir con el plan estratégico 2019-2021.
La entrada en vigor de una tasa a las transacciones financieras dificultaría su hoja de ruta y "rebajaría el precio objetivo" estimado para BME por Renta 4 hasta los 24 euros por acción, un 4% menos.