
El viernes 25 de octubre Sabadell dará arranque a la temporada de resultados de la banca española. En un ejercicio en el que se espera que las entidades cotizadas españolas sufran una caída de su beneficio del 4%, los resultados del tercer trimestre se quedarán en esa misma línea, con el consenso esperando un descenso del 5% en el beneficio conjunto ajustado, hasta situarse por debajo de los 4.500 millones de euros.
Eso sí, por entidades los resultados variarán sustancialmente. Mientras BBVA y Bankia sufrirán un retroceso en su beneficio del 31 y el 21% -en ambos casos afectados por un aumento esperado en las provisiones-, otros como Sabadell, Liberbank, Unicaja o CaixaBank crecerán a ritmos de doble dígito. En el caso de Santander, sus ganancias aumentarán un 4,5% en términos ajustados. Eso sí, teniendo en cuenta el deterioro de 1.500 millones que se tendrá que anotar en Reino Unido las ganancias caerían hasta el entorno de los 450 millones de euros.
Más allá de los cambios que se puedan ver en la última línea de la cuenta de resultados por los elementos extraordinarios, mirando a la cifra de negocio la fotografía general será la esperada, con las conocidas dificultades para hacer crecer el negocio ante el entorno de tipos en mínimos históricos y el foco puesto en los costes. Los ingresos netos de intereses y por comisiones superarán este trimestre los 22.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,4% con respecto al mismo periodo del año anterior.

"No esperamos que el trimestre sea particularmente emocionante. Se espera que la estacionalidad juegue un papel y con el mensaje en el crecimiento en la facturación como la principal área de atención. Con los últimos recortes en las estimaciones de beneficio, el consenso ya espera caídas de los ingresos netos de intereses y un crecimiento limitado de los ingresos core en 2020. Un mensaje más claro sobre los costes sería bienvenido, pero parece improbable que lo tengamos hasta el final del año y probablemente las provisiones estén en el foco durante el trimestre", indican desde Credit Suisse.
A pesar de la remontada de los últimos meses, el sector bancario español retrocede un 3% en lo que va de año frente a la subida de casi el 7% de la industria de la eurozona ante el apalancamiento de las entidades del país a las subidas de tipos.
El recorte de costes
En un entorno en el que no se ve la salida de los tipos en negativos, los analistas miran a las posibles operaciones corporativas y al recorte de costes como las opciones más obvias -que no fáciles- para salir del atolladero. "Muchos bancos tienen desde hace tiempo un problema de costes. La debilidad del negocio hace que esto sea más obvio y es un catalizador para que actúen de manera más decisiva. Pero el progreso no será ni fácil ni rápido, porque el sector afronta una inflación en sus costes a corto plazo por la inversión en tecnología y por el aumento del gasto para cumplir con la regulación", avisan en S&P.
Los costes suponen un 55% de los ingresos para el sector en España, lo que implica mejorar los datos de la UE, con un 65%, pero esto no parece suficiente
Los costes suponen un 55% de los ingresos para el sector en España, lo que implica mejorar los datos de la UE, con un 65%, pero esto no parece suficiente. "Los bancos españoles no han estado parados. Ayudados en parte por la consolidación, ha habido una caída en términos de oficinas y número de empleados. Las redes bancarias han descendido a doble dígito en 5 años. Esto ha rebajado los costes en términos absolutos, pero el problema es que esta reducción no ha seguido el ritmo de los vientos en contra en el negocio, lo que hace que la mejora en la eficiencia haya sido limitada", señalan en Jefferies.