La búsqueda de activos que ofrezcan una buena ratio rentabilidad riesgo se ha complicado en los últimos meses. Después del rally que ha vivido la renta fija, las rentabilidades en mínimos en muchos casos y los precios disparados obligan a buscar oportunidades en otro tipo de activos. Para los inversores que no están interesados en el riesgo que supone la bolsa y prefieren centrarse en los bonos, la situación no es nada fácil.
Tras la bacanal que ha habido en 2019 en la renta fija, con subidas en precio que superan las dos cifras en algunas categorías, y expectativas de retornos que se quedan en unas décimas, si se tienen en cuenta las comisiones, guardar liquidez se está convirtiendo en una de las alternativas que más gusta a los inversores en Europa en las últimas semanas: según los datos de Refinitiv, los fondos monetarios (aquellos que invierten en renta fija de corto plazo, como depósitos bancarios, pagarés o repos, con menos riesgo, pero también menos retornos) captaron 38.300 millones de euros netos (entradas menos salidas) durante el pasado mes de julio, y fue la categoría de fondos que más dinero recibió ese mes.
Una opción que tienen los inversores que quieran intentar rascar un poco más de rentabilidad en la parte de su cartera centrada en la liquidez es entrar en fondos monetarios que estén denominados en divisa extranjera. De esta forma, el inversor asume un riesgo adicional, el de la divisa, pero también puede conseguir retornos más elevados si elije con acierto las monedas en las que quiere invertir, en un momento en el que el Banco Central Europeo (BCE) prepara una nueva batería de estímulos, que puede ser un apoyo para invertir en otras monedas, ya que puede debilitar al euro.
Entre los fondos de inversión monetarios disponibles a la venta en España se pueden encontrar vehículos de este tipo que invierten en divisas como el dólar estadounidense, el franco suizo, las coronas de Suecia y de Noruega, o la libra esterlina.
Los tipos de interés son clave
Las divisas son un activo muy ligado a la situación macro de un país y a la política que siga su banco central con los tipos de interés. Cuando suben tipos, es habitual que la divisa se revalorice frente a una que los esté manteniendo inalterados, o que los esté bajando.
La corona sueca es la divisa que más cae frente al euro en el año, entre las más negociadas que recoge Bloomberg: pierde en torno al 5% en el ejercicio. Olivia Álvarez, analista de Monex Europe, explica que "el Riskbank lleva tiempo insistiendo en que subirá tipos, pero luego deja la subida en pausa, y decepciona a los mercados", explica. Álvarez destaca cómo "el banco central persiste en la idea de subir tipos, pero están generando un serio problema de credibilidad", destaca, "porque los datos macroeconómicos no justifican una postura tan hawkish. El desempleo crece a un ritmo más rápido de lo que se esperaba, y tuvieron una contracción en el segundo trimestre".
Otra divisa que puede ser buena idea, según Enrique Díaz-Álvarez, es la noruega: "Al igual que la corona sueca, pensamos que se trata de una divisa bastante infravalorada en estos momentos", lo que invita a pensar si entrar a través del monetario en corona noruega que mejor lo hace en los últimos 3 años.
En cuanto al franco suizo, el director de riesgos de Ebury apunta a que "está cerca de los niveles que el banco central suizo considera intolerables, por lo que la posibilidad de intervención de esta institución no aconseja posiciones largas en francos".
El dólar, por su parte, está muy cerca de sus máximos de 2016, en el Índice Dólar que elabora Bloomberg, y se debate entre ceñirse al buen comportamiento de la economía americana, que impulsa su cotización, o seguir la tendencia de la Reserva Federal, que bajó tipos en julio por primera vez desde 2008.
Por último, la libra solo tiene una palabra en mente: Brexit. La pregunta es si la divisa ha podido descontar el peor escenario posible, cotizando cerca de sus mínimos históricos, en la crisis de 2008.
Dólar estadounidense
El dólar sube un 3,9% en 2019 frente al euro, y ahora cotiza cerca de máximos de 2017, en los 1,10 dólares por euro. La divisa sigue la estela de la Fed, que desde 2015 hasta finales de 2018 subió los tipos en nueve ocasiones. La decisión de recortar a finales de julio no ha pasado factura al dólar, que sube un 1% frente al euro en ese periodo, impulsado por el buen momento de la economía americana. Eso sí, si bien la Fed bajó tipos, el Banco Central Europeo (BCE) lanzó ese mismo mes un mensaje con el que pareció comprometerse a llevar a cabo una política acomodaticia durante los próximos meses, anticipando bajadas del precio del dinero y más estímulos, que podrían anunciarse tan pronto como el jueves de esta misma semana, el día de la siguiente reunión del BCE. Esta postura del BCE, si contribuye a abaratar al euro, será un apoyo para quien invierta en divisas extranjeras.
El fondo monetario en dólares que más sube en los últimos 3 años (se han seguido los criterios, en todos los monetarios en divisa extranjera que aparecen en el artículo, de elegir fondos disponibles a la venta en España, con no más de 10.000 euros de inversión mínima y con historial de al menos 3 años) es el Investec GSF US Dlr Mny F Inc Grs USD, con un 3,59% anualizado a 3 años.
Libra esterlina: Brexit, la jugada más arriesgada para especular
El comportamiento de la libra, como casi todos los activos relacionados con la economía británica, está totalmente pendiente del Brexit. Desde que los británicos votaron la salida de la Unión Eropea en 2016 la divisa ha perdido un 14,5% frente al euro, tocando el pasado 9 de agosto nuevos mínimos desde la crisis, en los 1,07 euros por libra.
En este nivel, sin embargo, se tocó cuando parecía que el Reino Unido estaba abocado a un Brexit sin acuerdo. Los acontecimientos más recientes, que parecen haber eliminado esta posibilidad, han dado un respiro a la divisa: sube un 4% desde los mínimos, hasta los 1,11 euros actualmente. Eso sí, hay expertos que avisan de cómo el riesgo comercial es una amenaza adicional para la divisa.
Desde Fidelity destacan que "puede que la libra esterlina ya haya salido perjudicada de la última ronda de la saga del Brexit, pero lo cierto es que a la moneda podrían esperarle golpes adicionales; por ejemplo, si el Banco de Inglaterra recorta sus tipos de interés", y añaden que si los problemas comerciales escalan "es improbable que la libra se mantenga inmune".
El fondo monetario en libras que mejor se comporta a 3 años es el UBS (Lux) Money Market GBP Q-acc, con una subida anualizada en este periodo del 0,4%.
Corona sueca
El comportamiento de la libra, como casi todos los activos relacionados con la economía británica, está totalmente pendiente del Brexit. Desde que los británicos votaron la salida de la Unión Eropea en 2016 la divisa ha perdido un 14,5% frente al euro, tocando el pasado 9 de agosto nuevos mínimos desde la crisis, en los 1,07 euros por libra.
En este nivel, sin embargo, se tocó cuando parecía que el Reino Unido estaba abocado a un Brexit sin acuerdo. Los acontecimientos más recientes, que parecen haber eliminado esta posibilidad, han dado un respiro a la divisa: sube un 4% desde los mínimos, hasta los 1,11 euros actualmente. Eso sí, hay expertos que avisan de cómo el riesgo comercial es una amenaza adicional para la divisa.
Desde Fidelity destacan que "puede que la libra esterlina ya haya salido perjudicada de la última ronda de la saga del Brexit, pero lo cierto es que a la moneda podrían esperarle golpes adicionales; por ejemplo, si el Banco de Inglaterra (BoE) recorta sus tipos de interés", y añaden que si los problemas comerciales escalan "es improbable que la libra se mantenga inmune".
El fondo monetario en libras que mejor se comporta a 3 años es el UBS (Lux) Money Market GBP Q-acc, con una subida anualizada en este periodo del 0,4%.
Corona noruega
La corona noruega es una de las divisas que parece infravalorada, según Enrique Díaz-Álvarez. Sin embargo, quien invierta en esta divisa también debe tener muy en cuenta la evolución del precio del petróleo, eso sí, sin olvidarse de la perspectiva de tipos de interés que haya para el país. El petróleo "es uno de los factores, sin duda, pero se tiende a exagerar su importancia", señala el experto.
Desde Monex Europe, Olivia Álvarez, explica cómo "en momentos de debilidad macroeconómica, actúa como una divisa emergente, porque es muy susceptible a las perspectivas para la salud de la economía global". La experta detalla la correlación de la divisa con el petróleo: "Las fluctuaciones de la moneda se han correlacionado en un 34% con el crudo, una medida bastante alta, pero que deja espacio para entender que le afectan otros factores. Y la política monetaria es central", señala.
Entre los fondos monetarios en corona noruega que recoge Morningstar, el que mejor lo hace a 3 años vista es el Eika Pengemarked, de la gestora Eika Kapitalforvaltning. Sube un 3,1% anualizado en los últimos 3 años, con una duración efectiva en este momento de 0,17 años. Su principal posición ahora es un bono que ofrece un 3% del banco noruego Surnadal.
Franco suizo
En la divisa de Suiza hay un componente que no se puede perder de vista y que ahora puede ser un aliado para quien exponga su cartera a la moneda: su condición de refugio. En un año complicado para la economía mundial, en el que la incertidumbre sigue siendo elevada, el franco suizo sube un 3,4% frente al euro.
Desde Monex Europe señalan cómo "desde mayo hasta ahora, con la escalada en la guerra comercial, el franco ha estado entre las mejores divisas del G-10, solo por detrás del yen japonés. Su condición de refugio le da al franco un soporte tremendo, especialmente cuando hay tanta incertidumbre". Sin embargo, en este caso el banco central ejerce de contrapeso, ya que "ha estado advirtiendo de que la moneda está extremadamente sobrevaluada en relación a los parámetros que debería permitirse la economía", una opinión que concuerda con la de Díaz-Álvarez.
El fondo que mejor lo hace entre los que recoge Morningstar que están disponibles a la venta en España es el UBS (Lux) Money Market CHF U-X-acc, un producto que pierde un 0,8% anualizado a 3 años. Su cartera está compuesta en un 72% de liquidez, y el 28% restante de deuda, con una calificación de A, en el peor de los casos.