
A las puertas de la reunión del BCE -una de las que más interés está despertando en el mercado en los últimos meses-, los inversores siguen dando muestras de que esperan una nueva ronda de estímulos por parte de la entidad, ya sea en esta misma reunión o en septiembre. Unos malos datos de PMI manufacturero en Alemania llevaron el miércoles al bono germano a 10 años a acercarse a sus mínimos históricos en la zona del -0,4% y el mercado ya paga por financiar al país teutón hasta 2040.
Y es que el mercado ya está poniendo en precio un nuevo QE por parte del banco central además de dar una probabilidad del 45% a que se produzca un recorte de tipos en la próxima reunión y del 85% a que se produzca en la de septiembre. "Es probable que llegue una mayor flexibilización, pero en julio quizás sea demasiado pronto. Esperamos un paquete en septiembre con un recorte de 10 puntos básicos de la tasa de depósito y un QE de 360.000 millones de euros. El mercado está poniendo en precio una bajada de 20 puntos básicos y una extensión de las compras de 500.000 millones", avisan en Citi.
Llegue o no esta nueva ronda de estímulos, lo cierto es que los inversores están dispuestos a pagar por financiar hasta fechas que no se habían visto anteriormente. La rentabilidad de la deuda de los Países Bajos se sitúa en negativo hasta 2033, y Francia hasta 2030 y la de Austria y Bélgica hasta 2029.

"Con la presión a la baja en los intereses de la deuda soberana alemana, los inversores están cambiando su porfolio hacia inversiones con algo más de riesgo. Esta demanda está haciendo que las primas estén cayendo y esto está teniendo un impacto sobre todo en el resto de deuda soberana (...) En caso de un nuevo QE, los bonos de los países core deberían actuar como sustitutos de los alemanes y su prima reflejará esencialmente solo unas pequeñas desventajas por menor liquidez", inciden desde Raiffeisen Bank.
También los periféricos
Eso sí, la caída en el rendimiento de la deuda alemana no solo se ha trasladado a los países core, también los periféricos lucen rentabilidades históricamente bajas. El bono español se sitúa en territorio negativo hasta 2025 y el portugués lo hace hasta el mismo año. Mientras, a pesar de las turbulencias políticas, el inversor paga por financiar a Italia hasta 2021. De manera anecdótica, la deuda griega que vence en agosto también ofrece rentabilidades negativas. "La perspectiva de unos mayores estímulos monetarios han eclipsado las continuas preocupaciones económicas y los conflictos comerciales. Dentro de la deuda soberana de la eurozona, la demanda por los periféricos ha sido particularmente fuerte, ya que los inversores han buscado una inversión alternativa con rentabilidad positiva en un entorno de bajos tipos", apuntan en DZ Bank.
Y es que durante este año los inversores se han refugiado en los productos de renta fija mientras que se han perdido la subida de la bolsa. Según datos de EPFR, los fondos de deuda han recibido entradas de dinero por 250.000 millones de dólares (unos 225.000 millones de euros) y los productos europeos acumulan la mayor racha de entrada de dinero de la serie histórica que empieza en 2001.
La deuda soberana europea a más de 10 años es la que ofrece mayores subidas, del 13%
En todo caso, los inversores han obtenido suculentos retornos con la renta fija soberana de la región. Según los índices de Bloomberg y Barclays, da una rentabilidad en lo que va de año del 7,1%, siendo la deuda a más de 10 años la que ofrece mayores subidas, del 13%. "Como el tramo alcista de este activo está basado principalmente en especulación sobre un QE, el comportamiento del mercado dependerá probablemente de las decisiones del BCE, por lo que si, como esperamos, decide no retomar las compras, habrá espacio para decepcionar", aseguran los analistas de DZ Bank.
Suiza cobra por emitir deuda hasta 2064
No solo los países de la eurozona han visto una fuerte caída en la rentabilidad de su deuda. De hecho, el país que se financia más barato a más tiempo es Suiza. La renta fija del país helvético se sitúa en negativo hasta el año 2064. Incluso países que no forman parte de la zona euro, como Polonia, tienen deuda emitida en la 'divisa común' que ofrecen una rentabilidad negativa hasta el año 2026. Fuera de Europa, la deuda japonesa da rendimientos negativos hasta 2033.